el libro de
las adivinanzas

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

el libro de

las adivinanzas

 

 

Presentado por
pluton ediciones

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

© Plutón Ediciones X, S.L., 2010.

 

Primera Edición Digital: Enero 2017

 

Edita: Plutón Ediciones X, S.L.

C / Llobateras, nº 20, Talleres 6, Nave 21

08210 Barberà del Vallés

Barcelona - España

 

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Website: www.plutonediciones.com

 

Diseño de cubierta y maquetación: Saul Rojas Blonval

 

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I.S.B.N: 978-84-946373-9-1

 

 

 

Introducción

 

 

Sinónimo de acertijo o enigma, según el Diccionario de la Real Academia Española, se trata de un pasatiempo que consiste en adivinar una palabra, personaje, objeto, etc., a partir de una frase, verso o dibujo que contiene los datos necesarios para ello.

A las puertas de la ciudad griega de Tebas, se encontraba un horrible monstruo: la Esfinge, que poseía cabeza y senos de mujer, cuerpo de perro, garras de león, alas de águila y una cola provista de un mortífero dardo. Por castigo de los dioses de la ciudad, devoraba a todo al que se atreviera a desafiarla planteándole la siguiente adivinanza:

¿Cuál es el animal que tiene cuatro pies por la mañana, dos al mediodía y tres por la tarde?

El héroe, Edipo, pasó por allí y le dijo:

La respuesta es muy fácil: este animal es el ser humano, pues por la mañana, es decir, en la infancia anda con pies y manos, o sea, a gatas, con las cuatro extremidades; al mediodía, esto es en la plenitud de la edad, se sostiene sobre las dos piernas; y en la tarde de la vejez necesita un bastón para apoyarse, es decir, “tres pies de apoyo”.

No bien Edipo hubo pronunciado estas palabras, la Esfinge se lanzó al abismo, desapareciendo para siempre.

Lo que le pasó finalmente a Edipo, vale más que no lo adivinemos, porque entonces no intentaríamos jugar al juego de las adivinanzas de las que los orientales fueron maestros, como de los parientes de éstas, los refranes, los aforismos y las parábolas, única manera de alcanzar el alma del mundo, o aquello que uno de los maestro de la Psicología, Jung, denominó el inconsciente colectivo que ya anida desde la niñez.

Cervantes en El Quijote, hace gran acopio de aforismos. En el siglo XVIII, en la decadente corte de Versalles, se pusieron de moda las Adivinanzas con las que se entretenían de su hastío, aquellos nobles parásitos de la sociedad. Hoy en día, las adivinanzas han decaído un tanto en nuestro mundo tecnificado de la robótica y la cibernética y así nos van las cosas… Es preciso que las revaloricemos para dar un nuevo grano de misterio y encanto a nuestra vida y alegrar con ellas a nuestro niños, demasiado amantes de las videoconsolas.