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Actuales debates sobre las regiones, la integración regional y la globalización



Ana Marleny Bustamante

(Editora)

Current Debates on Regions, Regional Integration, and Globalization

Resumen

Este libro de divulgación científica tiene por objetivo revisar, pensar y actualizar los debates más recientes sobre las regiones en el marco del proceso globalizador. La obra aporta contenido académico con reflexiones sobre las regiones y lo regional en el contexto de la globalización en el 2021 y observa las marchas y contramarchas de dicho proceso, cada vez más convulso con el advenimiento de la pandemia global del sars-Cov-2. Este libro se divide en tres partes: la primera trata sobre las regiones globales, la segunda sobre la región en la integración regional y en la perspectiva global y, por último, la tercera se enfoca en las regiones transfronterizas. En su conjunto, se ofrece un abanico tanto de estudios empíricos como de interpretaciones teóricas que, si bien no representan una visión unitaria del fenómeno y de la interacción renovada entre globalización, integración regional, regionalismo, región y regionalidad, sí permiten observar los temas desde ángulos que contribuyen a iluminar su complejidad y los escenarios futuros como proceso económico y político en constante revisión. Se incorporan elementos que ayudan a comprender de forma apropiada la profundidad de los cambios y apuntan a motivar la generación de más reflexiones y estudios sobre la región y el aspecto regional, en los escenarios micro y macro. El estado actual del pensamiento regional está cambiando constantemente y su análisis es proclive a influir en su desarrollo y evolución. Por ello, en esta obra, los autores atienden a parte de esa necesidad con la propiedad de su respectiva disciplina científica y su área de interés investigativo, explicando y reflexionando sobre los cambios, las razones de ser y las características de la región en medio de la globalización.

Palabras clave: globalización, integración regional, región, regionalidad, regionalismo, regiones transfronterizas.

¿Cómo citar este libro?

Bustamante, A. M. (Ed.). (2022). Actuales debates sobre las regiones, la integración regional y la globalización (vol. 7). Ediciones Universidad Cooperativa de Colombia. https://doi.org/10.16925/9789587603545

Abstract

This book aims to review, think about, and update the most recent debates on regions within the framework of the globalization process. It provides academic content by enquiring on the regions and the regionness in the context of globalization in 2021 and by observing their marches and counter-marches, in the increasingly uncertain and tense world resulting with the advent of global pandemic of sars-Cov-2. This book is divided into three parts. The first part is about global regions; the second considers the region in the processes of regional integration and regionalism in a global perspective, and the third is dedicated to transborder regions. As a whole, a range of both empirical studies and theoretical interpretations is offered that, although they do not represent a unitary vision of the phenomenon and of the renewed interaction between globalization, regional integration, regionalism, region, and regionality, do allow us to observe the issues from a angles that help illuminate its complexity and about future scenarios as an economic and political process in constant review. Elements are incorporated that help to properly understand the depth of the changes and aim to motivate the generation of more reflections and studies on the region and the regional aspect, in the micro and macro scenarios. The current state of regional thought is constantly changing and its analysis is likely to influence its development and evolution. For this reason, in this work, the authors attend to part of that need with the property of their respective scientific discipline and their area of research interest, explaining and reflecting on the changes, the reasons for being and the characteristics of the region in the midst of the globalization.

Keywords: globalization, region, regionness, regionalism, regional integration, transborder region.

How to cite this book?

Bustamante, A. M. (Ed.). (2022). Actuales debates sobre las regiones, la integración regional y la globalización (vol. 7). Ediciones Universidad Cooperativa de Colombia. https://doi.org/10.16925/9789587603545

Actuales debates sobre las regiones, la integración regional y la globalización



Ana Marleny Bustamante

(Editora)

Current Debates on Regions, Regional Integration, and Globalization


Logos institucionales

Catalogación en la publicación – Biblioteca Nacional de Colombia

Actuales debates sobre las regiones, la integración regional y la globalización = Current debates on regions, regional integration, and globalization / [autores, Dawisson Belém Lopes ... et al.] ; Ana Marleny Bustamante (editora). -- Bogotá : Ediciones Universidad Cooperativa de Colombia, 2021.

p. – (Colección Pensamiento Global ; t. 7)

Contiene datos de los autores. -- Contiene referencias bibliográficas al final de cada capítulo. -- Idioma: Texto en español con resúmenes en inglés.

ISBN 978-958-760-353-8 (impreso) -- 978-958-760-355-2 (pdf) -- 978-958-760-354-5 (e-pub)

1. Geopolítica 2. Integración regional 3. Globalización 4. Regionalismo I. Belém Lopes, Dawisson II. Bustamante, Ana Marleny, editor, ed. III. Serie

CDD: 320.12 ed. 23

CO-BoBN– a1089002








Contenido

Introducción

Parte I Regiones globales

Regiones en globalización: un fenómeno del escenario mundial en constante revisión

Regions in Globalization: A World Stage Phenomenon in Constant Review

Ana Marleny Bustamante

Regiones, regionalismos y regímenes internacionales

Regions, Regionalisms, and International Regimes

Dawisson Belém Lopes

Yulieth E. Martínez Villalba

Parte II La región en la integración regional y en perspectiva global

Una lectura global de la integración regional

A Global Reading of Regional Integration

Giovanni Molano-Cruz

La integración centroamericana ante los patrones del regionalismo latinoamericano

Central American Integration and the Patterns of Latin American Regionalism

Pedro Caldentey del Pozo

¿[Des]integración? Las dinámicas intrarregionales del Mercosur y la Unión Europea

[Dis] Integration? The Intraregional Dynamics of Mercosur and the European Union

Marcelo de Almeida Medeiros

Luiza Vilela Amelotti

El interregionalismo desde el sur: la reconfiguración de nuevos espacios estratégicos. El caso de la Zona de Paz y Cooperación del Atlántico Sur

Interregionalism from the South: The Reconfiguration of New Strategic Spaces. The Case of Zona de Paz y Cooperación del Atlántico Sur

Martine Colette Mvengou Cruzmerino

Dinámica de cooperación interregional: una revisión sistemática de la literatura sobre el Acuerdo de Asociación Mercosur-Unión Europea

Dynamics of Interregional Cooperation: A Systematic Review of Literature on the Mercosur-European Union Association Agreement

Manon Medeiros

Nayanna Sabiá de Moura

Parte III Las regiones transfronterizas

La región transfronteriza de San Diego (ee. uu.)-Tijuana (México): asimetrías y cooperación

San Diego (EE. UU.)-Tijuana (México) Transborder Region: Asymmetries and Cooperation

Paul Ganster

Unidades subestatales fronterizas de doble periferia en un contexto de integración regional: un análisis de zicosur

Substate Transborder Units with Double Periphery in a Context of Regional Integration: An Analysis of ZICOSUR

Nahuel Oddone

Stella Juste

La región transfronteriza de Táchira (Venezuela)-Norte de Santander (Colombia): sociedad civil y regionness

Táchira (Venezuela)-Norte de Santander (Colombia) Transborder Region: Civil Society and Regionness

Francisco Javier Sánchez Chacón

Epílogo

Sobre los autores

Introducción

El presente libro es el corolario de la invitación del Dr. Edgar Vieira Posada, director del Centro de Pensamiento Global (Cepeg) de la Universidad Cooperativa de Colombia, para formar parte de la colección Pensamiento Global con un séptimo tomo que surge del interés por seguir planteando preguntas que llevan a la investigación, al debate y a la reflexión, en este caso particular, sobre las regiones y el aspecto regional en medio de un contexto de globalización que alcanza el 2021, así como del interés por observar las marchas y contramarchas del proceso globalizador, aún más convulso con el advenimiento de la pandemia global del sars-Cov-2.

La globalización, entendida como proceso, va ocupando todos los órdenes de la vida en sociedad e incluye distintas esferas de acción y análisis, al punto de considerarse multidimensional en sus características y multidisciplinaria en los enfoques o disciplinas que intentan explicarla, a pesar de que se va desarrollando a ritmos diferentes, según las conjunciones o a falta de ellas, de factores y actores. Es por ello que se observa su incidencia en la idea misma de región y regionalidad, en la tendencia regionalizadora o en la formación de bloques regionales, así como en las fronteras nacionales y transnacionales.

De igual forma, la globalización se refleja en los cambios geopolíticos y geoeconómicos, con la aparición, desaparición o reaparición de regiones con nuevas características. En la actualidad, las regiones —o más bien, los distintos actores que le dan vida— se flexibilizan o solidifican creando, recomponiendo, adaptando o eliminando algunas de sus funciones con el propósito de mantener su vigencia y de disputar espacios derivados de las relaciones de poder con los otros entes ubicados en niveles similares u otros niveles, como: la región, el Estado o la organización internacional derivada de la integración regional o de la internacionalización.

La región, por su parte, es también observada crecientemente como un proceso, un escenario en el que distintos actores —públicos y privados— construyen y dan significado al territorio, desde el cual establecen relaciones y negociaciones, cooperan o generan conflictos en la búsqueda de posiciones que les permitan mantener o mejorar su condición.

La primera parte del libro brinda sustento teórico al tratamiento y análisis de los capítulos de la obra. El propósito es dar a los lectores la visión general del tomo y servir de motivador mediante la exposición sencilla de temas complejos que ocupan la preocupación de investigadores, profesionales, académicos, estudiantes y demás actores interesados en el tema regional. Esta parte incluye dos capítulos. El primero, titulado “Regiones en globalización: un fenómeno del escenario mundial en constante revisión”, de Ana Marleny Bustamante, es un capítulo introductorio que presenta una revisión bibliográfica sobre las regiones en medio del proceso constante de globalización, de políticas de integración regional y de políticas nacionales orientadas a las regiones, con el propósito de ubicarlas contextualmente y en la literatura. Además, la autora realiza una exploración conceptual y una definición del término “región” tomando en cuenta su evolución y sus limitaciones dado su carácter polisémico. Por su parte, el segundo capítulo, titulado “Regiones, regionalismos y regímenes internacionales”, de Dawisson Belém Lopes y Yulieth E. Martínez Villalba, elabora un marco teórico-conceptual que sustenta la perspectiva analítica fundamentada en el concepto de “régimen internacional regional” con el fin de facilitar una gobernanza internacional en este nivel.

La segunda parte del libro considera a la región a nivel macro, es decir, como parte del escenario internacional que participa en procesos de integración regional o, si se quiere, da origen al regionalismo que actúa, al mismo tiempo, mediante la reconfiguración de la percepción del mundo como espacio que puede ser regionalizado y que puede coexistir con la concepción dominante del mundo dividido en Estados. Esta parte consta de cinco capítulos. El tercer capítulo, cuyo título es “Una lectura global de la integración regional”, de Giovanni Molano Cruz, presenta una aproximación teórica y un marco explicativo global de la integración regional en los cuales los vínculos entre procesos de integración contribuyen a la construcción política y económica a nivel global; es decir, el autor brinda una perspectiva mundial desde la regionalización y la integración regional.

El cuarto capítulo, titulado “La integración centroamericana ante los patrones del regionalismo latinoamericano”, de Pedro Caldentey del Pozo, refuerza el análisis de la integración regional con el caso centroamericano, al observarlo como parte de los patrones de regionalismo —regional y subregional—. Este autor destaca que el Sistema de la Integración Centroamericana (sica) es uno de los procesos regionales más dinámicos y de los más relevantes para sus países miembro, el cual no ha tenido discontinuidades políticas importantes y ha desarrollado un marco jurídico amplio y completo que incluso ha ayudado a dar respuesta regional a la pandemia del sars-CoV-2.

El quinto capítulo, cuyo título es “¿[Des]Integración? Las dinámicas intrarregionales del Mercosur y la Unión Europea”, de Marcelo de Almeida Medeiros y Luiza Vilela Amelotti, plantea las tendencias desintegradoras observables en Mercosur y la Unión Europea como resultado del predominio del nacionalismo, el interés nacional y la falta de profundización de las fuerzas integradoras, las cuales han limitado la oferta de respuestas regionales a crisis globales como la crisis financiera y migratoria o la crisis política venezolana que, convertida en regional, mostró la debilidad institucional de la dinámica de cooperación regional e interregional.

El sexto capítulo de Martine Colette Mvengou Cruzmerino, que lleva por título “El interregionalismo desde el sur: la reconfiguración de nuevos espacios estratégicos. El caso de la Zona de Paz y Cooperación del Atlántico Sur”, presenta la emergencia de patrones interregionales de tipo sur-sur que extienden concepciones de regionalismo tradicional, predominantemente norte-sur. Mvengou muestra la revitalización de la Zona de Paz y Cooperación del Atlántico Sur (zopacas) como una forma de regionalismo sur-sur al incluir los intereses —primordialmente de Brasil— en el Atlántico suramericano y la diversidad de intereses de los veinticuatro países africanos cuya única homogeneidad es ser ribereños a la costa Atlántica y buscar configurar una región cuyo interés visible es la creación de un espacio de seguridad y defensa del espacio marítimo Atlántico.

El séptimo capítulo, escrito por Manon Medeiros y Nayanna Sabiá de Moura, cuyo título es “Dinámica de cooperación interregional: una revisión sistemática de la literatura sobre el Acuerdo de Asociación Mercosur-Unión Europea”, se dedica a revisar la dinámica de cooperación interregional a partir del estudio sistemático de la literatura académica sobre el Acuerdo de Asociación Mercosur-Unión Europea. Los autores dividen la literatura en favorable y desfavorable a este, por lo que, en esencia, es un capítulo que muestra cómo se articulan en la academia los intereses en torno al Acuerdo de Asociación Mercosur-Unión.

Por último, la tercera parte del libro reúne tres experiencias de construcción de regiones transfronterizas emblemáticas. En esta parte, las regiones transfronterizas estudiadas adquieren relevancia y novedad conceptual para su análisis a partir de la década de 1990, momento en que la globalización se convierte en motor de estudio; por lo que son representación clara del proceso globalizador.El primer caso se plantea en el octavo capítulo del libro, el cual está a cargo de Paul Ganster y se titula “La región transfronteriza de San Diego (ee. uu.)-Tijuana (México): asimetrías y cooperación”, presenta la evolución de una de las regiones transfronterizas más dinámicas en el continente americano y muestra cómo las asimetrías —especialmente, entre regiones de los llamados primer y tercer mundo o entre el norte y el sur, según el enfoque asumido— permiten a los distintos actores avanzar en relaciones de cooperación positivas. La región transfronteriza de San Diego en Estados Unidos y Tijuana en México es un área vibrante, con actores sociales dispuestos a mantener su singularidad en la frontera entre estos dos países.

El noveno capítulo, titulado “Unidades subestatales fronterizas de doble periferia en un contexto de integración regional: un análisis de zicosur”, de Nahuel Oddone y Stella Juste, muestra el caso de la Zona de Integración del Centro Oeste de América del Sur (zicosur) como evidencia de conformación de una región atípica en el sentido de constituir un proceso de integración regional subestatal que reúne unidades de doble periferia: de los países respecto a los principales actores globales y de las fronteras respecto a sus países. zicosur se conforma por unidades subestatales ubicadas en la frontera de siete países que igualmente se consideran periféricos en el escenario político global; estos son: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay. Oddone y Juste muestran que las acciones de cooperación que despliegan estas unidades en zicosur buscan dar respuesta a las problemáticas subnacionales y locales comunes, además de consolidar objetivos compartidos de desarrollo y de proyección regional como resultado de la actuación y participación de los actores locales con los nacionales y mercosurianos.

Para cerrar esta última parte del libro, Francisco Javier Sánchez Chacón, en el décimo capítulo titulado “La región transfronteriza de Táchira (Venezuela)-Norte de Santander (Colombia): sociedad civil y regionness”, nos presenta un tercer tipo de región transfronteriza que conjuga la condición de asimétrica y de doble periferia. En su análisis, a partir de una revisión conceptual de la literatura, expone que la actuación de la sociedad civil, tanto en su entidad político administrativa nacional como binacional e internacional, ha consolidado factores cualitativos que han facilitado la aparición y consolidación de la región de Táchira en Venezuela y Norte de Santander en Colombia. Esta región se ha sostenido como la más vibrante de la frontera colombo-venezolana gracias a la actuación de la sociedad civil que, aunque limitada en algunos momentos por los Estados, ha logrado consolidar relaciones transfronterizas y procesos de negociación con los actores nacionales, binacionales y andinos como miembros de la Comunidad Andina, en su momento.

Cabe destacar que los autores en cada uno de sus capítulos exponen las conclusiones parciales de sus trabajos y si bien no representan una visión unitaria del fenómeno de la interacción renovada entre globalización, integración regional, regionalismo y regionalidad, en su conjunto, proponen un abanico tanto de estudios empíricos, como de interpretaciones teóricas, los cuales permiten observarlo desde ángulos que contribuyen a iluminar su complejidad y sugerir escenarios como proceso económico y político en constante revisión. Además, en esta obra se incorporan elementos que ayudan a los lectores a comprender de forma más adecuada la profundidad de los cambios, con la esperanza de motivar muchas más reflexiones y estudios en lo referente a la región y al aspecto regional, a nivel micro y macro.

Las diversas facetas del pensamiento regional están cambiando y los diversos análisis de los factores regionales son proclives a influir su desarrollo y evolución. Por esta razón, en este tomo se trata de satisfacer parte de esta necesidad, dando relevancia a la creciente claridad del cambiante ambiente internacional de los estudios sobre las regiones, lo regional, la integración regional, la regionalización y su función en el escenario de la globalización a 2021.

Ana Marleny Bustamante, Ph. D.

Editora

Parte I

Regiones globales

Part I: Global Regions

Regiones en globalización: un fenómeno del escenario mundial en constante revisión

Ana Marleny Bustamante

Resumen

Este capítulo ofrece una revisión bibliográfica introductoria que busca contribuir a la comprensión de las regiones en el marco del proceso globalizador. Parte en un inicio de la noción de región considerando su evolución conceptual hasta la actualidad (2021), de la dimensión geográfica y territorial hasta la multidisciplinariedad, incluyendo el consiguiente proceso de apertura de espacios de análisis y teorización desde distintas dimensiones y niveles, y desde el Estado hasta su internacionalización. Continúa con la incidencia de la globalización en el regionalismo, especialmente en la conformación de nuevas y variadas ideas de regiones y luego ubica a la región como parte del proceso globalizador con el propósito de ilustrarla como espacio sociopolítico, dinámico y relevante, el cual continúa participando y buscando posicionamiento en las readecuaciones espaciales y globales en proceso. Finalmente, destaca la necesidad de dedicar más interés académico a la región en su evolución y actuación en el marco globalizador y a los análisis que tomen en cuenta y partan de la región y de lo regional como lo es el esfuerzo y las contribuciones de los distintos autores a este libro.

Palabras clave: globalización, integración regional, región, regionalidad, regionalismo.

¿Cómo citar este capítulo? / How to cite this chapter?

Bustamante, A. M. (2022). Regiones en globalización: un fenómeno del escenario mundial en constante revisión. En A. M. Bustamante (Ed.), Actuales debates sobre las regiones, la integración regional y la globalización (vol. 7, pp. 21-48). Ediciones Universidad Cooperativa de Colombia. https://doi.org/10.16925/9789587603545

Regions in Globalization: A World Stage Phenomenon in Constant Review

Ana Marleny Bustamante

Abstract

This chapter offers an introductory bibliographic review that seeks to contribute to the understanding of the regions in the framework of the globalization process. It initially starts from the notion of region considering its conceptual evolution to the present (2021), from the geographical and territorial dimension to multidisciplinarity, including the consequent process of opening spaces for analysis and theorization from different dimensions and levels, and from the State to its internationalization. This chapter continues with the incidence of globalization in regionalism, especially in the formation of new and varied ideas of regions. Then it places the region as part of the globalization process with the purpose of illustrating it as a sociopolitical, dynamic, and relevant space, which continues to participate and seeking a position in the spatial and global readjustments in process. Finally, it highlights the need to devote more academic interest to the region in its evolution and action in the globalizing framework and analyzes that take into account and start from the region and the regional, such as the efforts and contributions of the different authors to this book.

Keywords: globalization, regional integration, region, regionness, regionalism.

Introducción1

Las regiones han sido espacios sociopolíticos integrantes de la globalización. Mediante arreglos o instituciones construidas por los Estados, las regiones han sido escenarios de acción de diversos actores que buscan reconocimiento de su especificidad y, por ende, buscan optimizar sus condiciones en las relaciones de poder. El análisis de la región contemporánea, desde una perspectiva global que considere todo el planeta e incluya los procesos característicos de la globalización, es un asunto relevante de la política mundial, pero, infortunadamente, ha sido poco estudiado. En todo caso, las transformaciones y los procesos transnacionales en curso, derivados de los avances tecnológicos, así como de los flujos de información y de los flujos económicos, han tenido cobertura planetaria (Giacalone, 2016) y, bien o mal, la globalización ha visibilizado la región y lo regional, así como ha facilitado su trascendencia desde el ámbito nacional hasta el internacional. Demostraciones de ello son la proliferación mundial de grupos de integración regional, los acuerdos interregionales, la creación de zonas de libre comercio continentales, las regiones transfronterizas y los tratados transregionales. Entender qué sucede en las regiones e incluso su función en la política mundial actual (Fawn, 2009) es tarea de estudio y debate en el siglo xxi, al igual que lo es el análisis de cómo y dónde surgen y de su relación con el Estado y la globalización.

La preminencia e incluso imposición del Estado nación fue convirtiendo a las regiones en subunidades políticas y territoriales que fueron cediéndole su espacio natural, territorial y político al Estado, transformado en orden superior que ostenta el principio de soberanía. Al no haber una diferenciación clara entre región y Estado nación, según Marquand (1991), los Estados fueron en su momento “regiones que lo lograron, que tuvieron éxito en el reclamo de la nacionalidad, algunas veces conquistando otras regiones en el proceso” (p. 33). De igual forma, De Lombaerde et al. (2010) se aproximan a una definición de región, haciendo énfasis en la similitud de atributos con el Estado como área geográfica, comunidad social o sistema particular sin la soberanía propia del Estado (p. 23).

Desde finales del siglo xx, las regiones continúan participando en las readecuaciones espaciales y globales en proceso, las cuales reviven, en algunos casos, el reto territorial del Estado del cual forman parte, al igual que participan de forma independiente en el escenario internacional. En Europa, son notorios los reclamos nacionalistas y separatistas de índole regional —por ejemplo, en España, Reino Unido, Bélgica e Italia—; además, las regiones comparten funciones con el Estado en organizaciones internacionales, según se observa en el marco de la Unión Europea (ue; véase Woods, 2013; Scott y Storper, 2010). En América Latina, se encuentran regiones —especialmente, en los espacios fronterizos— donde la internacionalización de sus habitantes presiona a los Estados para lograr acuerdos que le permitan participar, con sus homólogos del otro lado del límite, en una suerte de política exterior vecinal, lo cual ha dado origen a Zonas de Integración Fronteriza (zif) en el marco de Mercosur y de la Comunidad Andina (can). La globalización también propicia escenarios para que en las regiones se retome la competencia y se establezcan relaciones de poder y conflicto: “regiones vs. Estados”. Sin embargo, los cambios en curso trasladan el análisis de la región y lo regional a escenarios globales (Katzenstein, 2005; Acharya, 2007; Sassen, 2007) donde las organizaciones internacionales adquieren carácter regional.

Hacia la década de 1990 se vislumbró un panorama global, aparentemente, previsible y deseable por Occidente, basado en la idea que la velocidad y magnitud de las revoluciones tecnológicas y económicas, entre otras, se hacían planetarias. Ese proceso se llamó “globalización” y, más concretamente, “globalización neoliberal”, según Mittleman (1997, p. xi). Por su parte, Fukuyama (1992), Ohmae (1995) y Huntington (1996) avizoraron la creación de regiones económicas, la desaparición del Estado y de las confrontaciones étnicas y religiosas, es decir, de las ideologías como manifestaciones destacadas en los distintos ámbitos de la vida.

Los primeros resultados de esta globalización pronto contribuyeron a revisar las prospectivas de sus promotores. Se produjo una crítica al Consenso de Washington y un llamado a la necesidad de protegerse de los efectos destructivos y polarizantes del capitalismo (Mittleman, 1997). Eventos como las crisis económicas mexicana y asiática de los años noventa, los ataques terroristas del 2001 en Nueva York, la crisis económica del 2008, la defensa global desde Latinoamérica de un Estado al servicio de políticas sociales y de desarrollo, la salida de Reino Unido de la ue, además de la pandemia de covid-19, han introducido reflexiones sobre la velocidad, dirección y gobernanza de los asuntos mundiales. En este proceso, el posicionamiento de las regiones cobra relevancia.

En el análisis y la explicación crítica de las transformaciones globales, se han acuñado términos como glocal (Robertson, 1995), glocalización (Sywngedouw, 1997), interméstica (Manning, 1977, citado por Long, 2017) y fragmegración (Rosenau, 2000), entre otros. El elemento común de estas reflexiones es que la globalización no homogeneiza ni produce uniformidad en todos los ámbitos mundiales, sino que crea fragmentación, razón por la cual se requieren constantes revisiones de la forma como se organizan y gestionan los asuntos mundiales. En últimas, se trata de un llamado a una gobernanza mundial que considere la creciente disminución de la separación entre lo local, lo regional, lo nacional y lo internacional, y en este escenario las regiones adquieren mayor visibilidad, así como los actores regionales se dinamizan en las relaciones y disputas de poder en proceso.

Bajo estos presupuestos, este capítulo ofrece una revisión bibliográfica que busca contribuir a comprender la situación de las regiones. El capítulo se divide en tres partes: la primera presenta la noción de región considerando su evolución, la segunda versa sobre la incidencia de la globalización en el regionalismo y la tercera está focalizada en la región como parte del proceso globalizador con el propósito de ilustrar cómo las regiones son espacios dinámicos que tienen una posición relevante y autónoma en el escenario político y socioeconómico mundial.

Noción y estudio de la región

El término “región” aparece hacia el siglo xviii (Espejo, 2003). Desde entonces, la evolución de su significado y características definitorias dan cuenta del interés por estudiarla desde distintas disciplinas.

Empezando por una noción geográfica, la región y lo regional han dado cabida a disciplinas y visiones más incluyentes de lo que acontece, sobre cómo acontece y del rumbo que se advierte con ella. Es decir, el término región se ha complejizado. En geografía, el estudio y definición de región refiere a una parte de la superficie terrestre, incluida la marítima, que posee atributos comunes que permiten organizarla y mapearla. El geógrafo describe la región físicamente y desde la visión de características naturales, funcionales, relacionales, sistémicas y económicas. Para la geografía, la región es un espacio percibido y vivido (Espejo, 2003). De la misma forma, al periodizar el surgimiento y la evolución de las regiones, los geopolíticos las evocaban como espacio a nivel macro, al referirse al nacimiento, a las transformaciones y a las caída de los imperios. De hecho, los imperios eran regiones-imperio. No obstante, los análisis geográficos de la región se centraron en el nivel subnacional o micro como parte integrante del Estado y su creación se entiende como resultado de un proceso estatal y formal (Perkmann y Sum, 2002). En la actualidad, los estudios de geografía regional han ofrecido categorías como ciudad-región, mega-región, región que aprende, región creativa, región competitiva, región resiliente, bio-región (Paasi y Metzger, 2017, p. 20) o región transfronteriza. Como otros términos de las ciencias sociales (democracia, Estado, etc.), la comprensión de la región ha estado acompañada de un adjetivo.

Ahora bien, desde nuestro interés, se rescata la idea general de la distinción o identificación de la región gracias a la existencia de más atributos comunes o cercanos entre sí. Se identifica por la homogeneidad relativa de ciertas particularidades cuando se compara con otra; cuando se plasma, ilustra y delimita en mapas (Espejo, 2003). En general, se asume que una región incluye espacios próximos o adyacentes, por lo que el criterio de proximidad geográfica, generalmente, ha contribuido a definirla.

Hasta la primera mitad del siglo xx, la región mantiene la idea de homogeneidad, proximidad-adyacencia y exención de su consideración como parte del Estado nación; idea a la que se le incorpora la de funcionalidad y relacionalidad al analizarse desde el punto de vista económico (Perkmann y Sum, 2002; Berg, 2008). La economía asume a la región, por una parte, con la problemática del desarrollo, la falta de homogeneidad en la distribución de los beneficios económicos en el territorio y la tendencia al surgimiento de “polos de desarrollo” en el espacio económico (Hermansen, 1990). Por otra parte, los economistas identifican una región mediante estudios del comercio entre áreas o localizaciones distintas a través de los modelos de gravedad (Berg, 2008). En consecuencia, en economía, la región es asumida a nivel micro y macro, según se analice, como parte del Estado o de la especialización y el comercio internacional.

En la segunda mitad del siglo xx, se empiezan a construir regiones entre Estados, mediante procesos denominados “de integración regional” (ir). La ir, a pesar de ser construcción estatal, trasciende lo nacional y se convierte en formadora de regiones con incidencia internacional, bien sea creando zonas de desarrollo económico que involucran más de un Estado, bien sea eliminando barreras económicas para reducir los costos de transacción y facilitar la circulación de bienes más allá del espacio económico nacional, bien sea aunando esfuerzos interestatales para fortalecer procesos de industrialización, como han resultado ser la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (alalc) —hoy convertida en la Asociación Latinoamericana de Integración (aladi)— o el Acuerdo de Cartagena —hoy conocida como Comunidad Andina (can)—, o bien sea concertando acuerdos de promoción de seguridad, como la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (asean, por su sigla en inglés) o la Comunidad Europea del Carbón y el Acero (ceca; Nye,1968).

En esencia, la región puede percibirse desde dos niveles: micro y macro. A nivel micro o subnacional, la interpretación de la región generalmente mantiene el énfasis geográfico y económico con los estudios del desarrollo económico de un territorio determinado en complemento con estudios de planes de desarrollo, áreas económicas funcionales, economías de aglomeración y jerarquías funcionales (Berg, 2008). A nivel macro o supranacional, la región internacional o transnacional incorpora al análisis la dimensión de las relaciones internacionales, bien sea de economía internacional, economía política internacional o integración regional.

Adicionalmente, a partir de la década de 1980, los estudios regionales incorporan a la concepción de región o a lo regional el componente sociológico con un elemento cualitativo: la consciencia de un interés regional común que estimula la movilización política a favor de intereses comunes (Berg, 2008, p. 70), lo que da cabida a la explicación de cómo participan actores no estatales en la formación y en las dinámicas regionales, incluida su dimensión internacional.

En la misma perspectiva, la región incluye la opción de formar parte de asociaciones no estatales o acuerdos estatales como nuevos elementos distintivos. Sin embargo, una definición amplia establece la región como una unidad territorial con atributos económicos, sociales, culturales, históricos o políticos (Jánošová y Labudová, 2019). De esta forma, la región puede ser subnacional, internacional —en el sentido de incluir dos o más Estado— y/o transfronteriza, bien sea por acuerdos interestatales, por autoadscripción y/o vínculos informales de actores no estatales, cuando cruza límites internacionales de Estados vecinos.

En la década de 1990, en medio de los debates sobre la globalización, la región empieza a ser interpretada desde una perspectiva dual como resultado y como proceso, al incorporar la noción de transformación y reestructuración y, además, al enfatizar la flexibilidad en el proceso evolutivo. Por aquella época, los enfoques constructivistas ratifican la importancia de la región como resultado de confrontaciones entre distintos actores políticos y sociales en condiciones particulares, por lo que la región, al igual que el territorio, pasa a ser definida y analizada como construcción social (Keating, 2017; Turok et al., 2017; Paasi y Metzger, 2017; Tussie, 2019).

Por otra parte, a finales del siglo pasado y la primera década del siglo xxi, desde Europa y la ue, surgieron textos e investigaciones que “anunciaban” un “mundo de regiones” liderado e inspirado en la experiencia de la ue, el cual superaba o trascendía el mundo de Estados liderado, en ese momento, por Estados Unidos (Hettne y Söderbaum, 2000; Teló, 2017; Langenhove, 2011). Al respecto, Hettne y Söderbaum (2000) propusieron una Nueva Teoría del Regionalismo a partir de la teoría social global, constructivismo social y estudios regionales comparados, donde destacan etapas o niveles de construcción y consolidación. Estos autores formulan el concepto de “regionalidad” (regionness, en inglés) como una herramienta conceptual comparativa para entender el surgimiento y la construcción de regiones, así como la formación de actores significativos en una perspectiva histórica y multidimensional. “Regionalidad” significa la mayor o menor capacidad para ser una región (p. 469), dependiendo de su movimiento y evolución, por lo que presentan cinco niveles que le dan coherencia y homogeneidad, a saber: espacio regional, complejidad regional, sociedad regional, comunidad regional y Estado región. En consecuencia, la región y su regionalidad es un proceso que va cohesionando actores y atributos hasta la no tan absurda opción de construir algo similar a lo que se conoce hoy día como Estado. Sin embargo, el proceso europeo poco puede ilustrarse en lugares que históricamente han evolucionado siguiendo procesos diferenciados de construcción estatal y regional, como en América, África o Asia donde el Estado y la regionalidad siguen siendo procesos en construcción. En Latinoamérica, por ejemplo, el concepto de región ha pasado por distintas etapas que tienen en común, en primer lugar, su definición como espacio regional macro que —con un carácter defensivo inicial al proponerse mantener las “potencias extranjeras” alejadas del continente— aspiró desde sus inicios a una autonomía e independencia política y económica a partir de la idea de unidad regional continental. Más adelante, se propuso diferenciarse del norte (Puig, 1987; Bolívar, 1998; Prebisch, 1949) para dar origen a Latinoamérica. El proceso regional micro surge como resultado de políticas estatales en los años setenta del siglo pasado.

Una apreciación cercana, y desde el nivel micro, es ofrecida por Keating (2017, p. 11), cuando señala la existencia de seis ámbitos o dimensiones claves en la construcción social del territorio/región: regionalidad integrativa, competitiva, de bienestar, identitaria, como gobierno y como reflejo de intereses económicos y sociales, según se quiera integrar una región al Estado, se privilegien los factores económicos propios o la necesidad de beneficios sociales, reclamen o muestren su identidad particular, reclamen autonomía gubernamental relativa o sean el resultado de la confluencia de intereses económicos y sociales que privilegian el origen, el medio ambiente o las condiciones de vida de la localidad/región. Estas dimensiones están más orientadas a las razones que dan cohesión o justifican la existencia de la región y pueden ser causadas o atribuibles al Estado, a los actores económicos o sociales o a la necesidad de organizarse o de demandar atención.

En síntesis, la noción de región muestra un término flexible y adaptativo, que evoluciona con los cambios en el escenario sociopolítico y continúa haciéndolo en la globalización.

La globalización en el regionalismo

La globalización, su incidencia en la ir, así como su derivación en el regionalismo, influyen igualmente en la concepción de lo regional y su estudio, al redimensionar la pertenencia del Estado a una experiencia de ir e incorporar otros actores. El regionalismo contribuye a evidenciar esos desarrollos ontológicos.

La ir incluyó formalmente el vocablo región-regional a la estrategia y al proceso que iniciaron los Estados europeos con la Comunidad Europea del Carbón y el Acero (ceca) en 1951. La ir, extendida como realidad global, ha dado origen al regionalismo y a variaciones como el interregionalismo y transregionalismo, es decir, a la construcción de regiones internacionales y a las relaciones entre ellas en espacios externos al Estado. También ha significado una reorganización de los espacios regionales al interior de los Estados y ha permitido la exploración de regiones transfronterizas dentro de la organización regional creada, aunque también con los países vecinos externos a la organización. Este apartado se dedicará a dicha revisión.

El principio de acción regional se incorpora en la Carta de las Naciones Unidas en 1945. Entre 1950 y 1980, se produjo un ambiente favorable para la región a nivel macro o supranacional en el sentido amplio de la palabra. Surgieron por mandato de la Organización de las Naciones Unidas (onu) cinco organizaciones regionales en Asia, Europa, África y América Latina: la Comisión Económica para Europa (cepe), la Comisión Económica y Social para Asia y el Pacífico (cespap), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (cepal), la Comisión Económica para África (cepa) y la Comisión Económica y Social para Asia Occidental (cespao). En el mismo período fue creado el Tratado de Amistad, Colaboración y Asistencia Mutua —más conocido como Pacto de Varsovia—, el Tratado del Atlántico Norte o Tratado de Washington —que constituyó a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (otan)—, la ceca, la Organización de los Estados Americanos (oea), la Liga Árabe, el Tratado de Montevideo —que constituyó la alalc y una serie de organizaciones de integración regional en América Latina, Asia y África (Fawcett, 2004).

Sin embargo, la región en construcción privilegiada fue aquella propia de concentrarse en la integración económica y en el otorgamiento del liderazgo a los Gobiernos nacionales en la eliminación de barreras económicas. Así, por lo demás, se moldeó una idea de región delimitada con barreras externas. Fue la etapa del regionalismo cerrado que daba preponderancia a la región económica transnacional y delimitada para crear similitudes económicas y grados de integración importantes entre los miembros (Berg, 2008; Eder, 2019). Organizaciones pioneras de ir como la ceca, la asean, la Unión Aduanera de África Austral (sacu, por sus siglas en inglés) o la alalc abrieron oportunidades para la conformación de otras, según se fueron decantando homogeneidades y propósitos, como el Acuerdo de Cartagena —actual Comunidad Andina (can)—, al optar por constituirse en espacio subregional en el marco de la alalc, haciendo uso de su condición andina, de las asimetrías económicas y de su menor grado de desarrollo relativo al compararse con las economías de Brasil, México y Argentina.

A partir de la segunda mitad de la década de 1980, con los avances de la Ronda de Uruguay (1986-1994) y la creación de la Organización Mundial del Comercio (omc) en 1994, los cambios políticos globales resultantes de la implosión de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, el desmoronamiento del bloque socialista en Europa oriental y el fin de la bipolaridad, sumados al predominio de la economía liberal y la consecuente prédica y necesidad de ampliar mercados, las barreras al libre comercio empezaron a disminuirse. En este contexto, la exploración de formas de organización regional con el propósito de mantenerse o revisar sus opciones en el escenario global facilitó la participación de nuevos actores. Las organizaciones de ir se adaptaron a dichos cambios mediante una estrategia simultáneamente ofensiva y defensiva (Van Klaveren, 1997). Esta adaptación, denominada “nuevo regionalismo”, renovó la dinámica de la ir en dos direcciones: la primera, al interior de los procesos de la ir, y la segunda, entre regiones resultantes de experiencias integrativas.

Si bien las regiones formaban parte de las revisiones y los análisis de las consecuencias propias de la ir de la etapa anterior (Rokkan y Urwin, 1983; Rhodes y Wright, 1987), se formalizaron como parte importante de la ue en el marco del Tratado de Maastricht en 1991, el cual incluyó los términos “región”, “subsidiaridad” y “proximidad”. La región entendida como entidad política de nivel inmediatamente inferior al Estado conforma el Comité de las Regiones y se convierte en parte de la estructura comunitaria al mismo tiempo que rescata el ejercicio de las competencias a instancias lo más cercanas al ciudadano (Belmont European Policy Centre, 1992). Con ello se da cabida a temas de desarrollo regional y conurbación —entre otros, más allá de lo nacional— y da reconocimiento a los temores locales y regionales producidos por los cambios espaciales originados por las tendencias comerciales e industriales derivadas de la ue. También reconoce el trabajo regional previo por evitar o profundizar los desequilibrios económicos y sociales y facilita la clasificación de las regiones siguiendo la Nomenclatura de las Unidades Territoriales Estadísticas (nuts, por sus siglas en francés), basadas en criterios que expresan homogeneidad social, económica y política a partir de las subdivisiones existentes en los miembros de la Unión (Affuso et al., 2011). La región dentro de la ir también formó parte de los propósitos de experiencias como la can y el Mercado Común del Sur —más conocido como Mercosur—, en las que se han creado zonas de integración fronteriza (zif), nuts y fondos estructurales para el desarrollo, como el Fondo de Convergencia Estructural del Mercosur (Focem), respectivamente.

Con la década de 1990, la concepción de la región como espacio socialmente construido desvía la preferencia de la dimensión económica y política en la definición y formación de la región, así como realza lo social como el juego de distintos actores que subrayan la especificidad, según lo han señalado Söderbaum (2013) y Keating (2017), al referirse a la noción de región.

Ya en el marco de la globalización, propia de la década de 1990, se empiezan a proponer análisis y enfoques explicativos sobre el regionalismo y el papel de la globalización en relación con él. Algunos destacan que las características del regionalismo del momento muestran la adaptación de los Estados y de la ir a la globalización (Milward, 1994); mientras que otros lo describen y analizan como un proceso multinivel (Marks et al.