Nunca me cansaré de das las GRACIAS al Universo y a la Vida por todos los aprendizajes en mi vida cotidiana. Me sorprenden cada día todas las personas y circunstancias que me regalan la oportunidad de ser mejor persona y poder así reinventarme en todo momento, aproximándome cada vez más a mi esencia álmica y original.

También agradecer a todas las personas que se cruzan en mi vida; unas se quedan más tiempo y otras están de paso, pero de todas ellas me llevo algo positivo como observadora o como personaje activo de la historia.

Darte las gracias a ti, querido lector, porque das sentido a que este libro esté activo y compartiendo mensajes allá donde vaya la lectura.

Mención especial a dos grandes personas que han participado en mi libro. Una es Amalia Vilches, la persona que ha escrito la contraportada del libro. Ella es escritora, y corrigió mi primer libro, Sanación motivacional. Cuando escribes un libro por primera vez te sientes muy insegura pensando que a lo mejor no está a la altura de ser publicado y ni tan solo de ser leído. La primera persona que lo leyó fue Amalia para corregirlo, y con su informe y comentarios caló muy dentro de mí, formando un lazo de agradecimiento muy especial que durará toda mi vida. Agradecimiento que aumentó más cuando accedió a colaborar con mi segundo libro: para mí ha sido un grandísimo honor y siempre, siempre le estaré agradecida desde lo más profundo de mi ser.

La segunda persona es Xavier Miralpeix, mi prologuista en este libro y compañero de vida. Sabes que en nuestro camino vamos encontrando por causalidad copilotos en nuestro viaje, y tú sin duda eres uno de ellos: por estar en la misma sintonía, por hablar el mismo lenguaje, por la complicidad en nuestro trabajo y el entendimiento mutuo de todo lo que hacemos. Gracias de todo corazón.

Siempre agradecer a mis padres por darme la vida y toda su ayuda incondicional para que mi vida sea más fácil.

A mis hijos y mi marido, por toda la paciencia que tienen con mamá y todos los «líos» diarios que hacen que mis horas al día se tengan que dividir en muchas cosas. Por ser y estar SIEMPRE: la vida me regaló unos acompañantes impecables en mi camino que me permiten poder aprovechar el tiempo de una forma muy singular y respetando mi misión de vida. Sois únicos y especiales en mi vida, sin vosotros yo no sería quien soy. Os quiero.

También quisiera manifestar mi agradecimiento a mi camino de vida y a mi alma. Desde el momento que decidí respetarme y aceptar quién soy en realidad mi vida ha cambiado, yo he cambiado; ya nunca seré la de antes porque cuando uno se encuentra a sí mismo ya no tiene necesidad de dar tumbos por la vida ni necesita el aire exterior.

Gracias, gracias y mil gracias siempre

Maite

De vez en cuando en mi vida se cruzan personas que suman y a veces incluso multiplican, y eso es lo que me ha pasado con Maite Gauxachs.

Siempre me viene a la cabeza que la casualidad no existe, y este «cruce de caminos» con Maite ha sido una de esas causalidades que vienen con la fluidez de lo inevitable.

Siempre he sido una persona de instinto e intuición, y con Maite fue puro olfato instintivo e intuitivo lo que nos unió, espero que por mucho tiempo.

Cuando nos conocimos en una conferencia y la presentación de mi libro en Barcelona, me dije: «¡Vaya! ¡Qué fuerza y energía vital tiene esta mujer!».

Solo hablando un poco con ella ya empatizamos y conectamos rápidamente con la sinergia de dos almas que buscan caminos parecidos de reinvención y crecimiento personal. Me hipnotizó con su voz tenue, suave pero a la vez rotunda, que transmite desde la primera sílaba que pronuncia.

Maite es una mujer con una inteligencia emocional desarrollada en una búsqueda permanente de sus propósitos de vida más allá de lo impuesto por un sistema encorsetado de creencias limitantes. Es una mujer que ha renunciado a quedarse solo con lo establecido, una mujer valiente y con ganas de dejarse llevar por el cauce del río de las oportunidades y la corriente de sus aguas.

A veces no solo basta con tener talento, se necesitan habilidades y mucha, mucha motivación, y a Maite le sobran ambas cosas. Es una persona que se está reinventando constantemente para encontrar su camino ancestral a su propia excelencia humana y evolutiva, donde trabaja duro para proceder en lo que a ella más le gusta y le llena el alma: ayudar a los demás sanándoles de dentro hacia fuera.

Maite es experta en meditación e inteligencia emocional y desarrolla terapias y sesiones de meditación que yo mismo he tenido el gusto de disfrutar y compartir a través del taller #CRECIENDOJUNTOS, que ambos realizamos dos o tres veces al año y en donde cada vez reunimos más número de personas que quieren pasar unas jornadas especialmente productivas, energéticas y sanadoras.

Creo que el destino es una decisión y Maite ha decidido escoger un camino para servir a los demás y poder decir con voz alta que ella no trabaja, ella vive. Es mi misma filosofía de vida porque considero que el trabajo y la vida deberían ser indivisibles, y para ello hace falta que tu trabajo no sea un trabajo. Como muchas veces ella misma me ha comentado, no entiende una vida donde su trabajo no esté unido a su pasión por la vida y por ayudar a los demás. Es feliz aportando y eso es algo que nos une a ambos.

Aportar y transformar vidas es, sin lugar a dudas, una responsabilidad que viene en nuestros genes, y en eso ambos somos almas en constante evolución que necesitamos compartir nuestros aprendizajes con todas las personas que lo necesiten y lo deseen.

En mi profesión como coach nutricional, deportivo y de vida, he coincidido con personas y clientes que se sienten perdidos en sus vidas, personas que sufren y cronifican conductas emocionales negativas que no les dejan respirar. La meditación, el desarrollo de la inteligencia emocional y los hábitos saludables son tres poderosas herramientas que, unidas, nos llevan a una vida plena, y este cometido es a la vez nuestro proyecto profesional y vital.

Cuando Maite me pidió que escribiera el prólogo de este nuevo libro no pestañeé ni un segundo en decirle que sí. Para mí es un honor y un privilegio que haya pensado en mí para tal fin. Además, me es muy fácil hablar de Maite porque es como su libro, abierto y transparente. Este libro no va a dejar indiferente a nadie. Nos proporciona herramientas imprescindibles para nuestra sanación emocional y nos permitirá abrir un nuevo horizonte hacia la mejor versión de nosotros mismos.

Solo espero y deseo que su camino siga junto al mío para que podamos seguir compartiendo experiencias humanas, profesionales y personales más allá de las estrellas… esas que nunca se apagan porque tienen luz propia.

Gracias, Maite, por ofrecerte al mundo desde tu luz interior.