Martin Schlag

CONTRA LA IDOLATRÍA DEL DINERO

Cómo entender el mensaje del papa Francisco sobre la economía

EDICIONES RIALP, S. A.

Título original: The business Francis means. Understanding the Pope’s message on the economy

© 2017 by MARTIN SCHLAG

© 2018 de la versión en castellano realizada por ALMUDENA LIGERO

by EDICIONES RIALP, S.A.

Colombia 63, 8º A - 28016 MADRID

(www.rialp.com)

Realización ePub: produccioneditorial.com

ISBN: 978-84-321-5023-4

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ÍNDICE

PORTADA

PORTADA INTERIOR

CRÉDITOS

PRESENTACIÓN

PRÓLOGO

I.LA ECONOMÍA EN EL PENSAMIENTO SOCIAL CATÓLICO

II.EL CONTEXTO ESPIRITUAL Y CULTURAL DEL PAPA FRANCISCO

III.EL MENSAJE DEL PAPA FRANCISCO SOBRE LA ECONOMÍA Y EL MUNDO EMPRESARIAL

IV. LA CONTEMPLACIÓN Y LA ECONOMÍA

BIBLIOGRAFÍA

ÍNDICE DE MATERIAS

ÍNDICE ONOMÁSTICO

MARTIN SCHLAG

PRESENTACIÓN

Cuando el Prof. Martin Schlag, Presidente del Centro académico de investigación “Markets, Culture & Ethics”, me envió el manuscrito de este nuevo libro suyo, pensé con razón que el Autor examinaría las dos valoraciones contrapuestas que —con variedad de matices— suelen hacerse del magisterio del papa Francisco en cuestiones económicas. La primera, crítica, más presente en algunos ambientes de cultura anglo-sajona, lo considera una enseñanza de “retórica populista”, próxima a la ideología socialista, contraria a la “cultura liberal” y a la “economía de mercado”; la segunda valoración, en cambio, califica positivamente el magisterio del papa Francisco de “pastoral” y “evangélico”, de “popular” no “populista”. Esta segunda postura hace notar que Francisco no niega la bondad del libre mercado productor de riqueza, pero a la vez subraya sus límites éticos y, con gran realismo social —especialmente ante la creciente globalización de la finanza y del comercio—, insiste en la necesidad de evitar que el free market se convierta en una «economía del descarte, la exclusión y la iniquidad» (Exhortación Apostólica “Evangelii gaudium”).

Pero el libro Contra la idolatría del dinero. Cómo entender el mensaje del papa Francisco sobre la economía no se limita a un agudo examen científico y doctrinal del porqué de estas dos tendencias o interpretaciones. Esta obra de investigación supera los límites de la dialéctica ideológica y de la terminología socio-política. Por eso consigue presentarnos bien la pura substancia evangélica del mensaje del papa Francisco, que no es un profesor de economía sino un Pastor con aguda sensibilidad social y con el Evangelio en la mano.

Para superar la contraposición ideológica de las dos citadas áreas culturales o sistemas, el Prof. Schlag se sirve de dos medios complementarios: a) analiza en primer lugar las raíces culturales de este Papa, que lógicamente proceden en parte de su óptica intelectual, léxico y modalidad comunicativa, pero que no le han impedido su luminosa apertura a los problemas sociales y pastorales de la entera humanidad; y b) examina la diversidad de connotaciones históricas y de significados socio-políticos que unos mismos vocablos gramaticales (como “capitalismo, “liberalismo”, “neo-liberalismo” o “libertad de mercado”) tienen en el mundo anglosajón y en Latinoamérica, y en otras naciones de semejante historia política y cultural.

Para ayudar, en cambio, a comprender a fondo la substancia del mensaje de Francisco ante la realidad socio-económica, el Autor subraya el principio básico de ese magisterio, es decir: la dimensión social de la Evangelización. Esto no significa obviamente que el Evangelio deba traducirse en ordenamiento civil o sistema político-económico, de modo semejante a las opciones teocráticas del fundamentalismo islámico (“shari’a”) o de otros fundamentalismos religiosos. El mensaje social del Evangelio significa que la religión no debe ser restringida o limitada por las leyes a la sola esfera privada (eso sería “fundamentalismo laicista” del estado), sino que afecta e influye legítimamente en otras esferas de la vida humana: educación, familia, trabajo, etc. La Evangelización tiene ciertamente la misión de preparar las almas para la vida eterna, pero a la vez —sin identificar el Cristianismo con un partido político o una ideología humana— procura también la promoción socio-cultural o desarrollo integral de la persona humana, en obsequio precisamente a la excelsa dignidad de su naturaleza y de su destino.

El papa Francisco reconoce que ni él ni el Compendium de la Doctrina social de la Iglesia ofrecen soluciones prácticas de ciencia económica y política para resolver los errores e injusticias del “capitalismo salvaje”, pero sí procuran estimular al respecto la responsabilidad moral de las instituciones públicas y de todos los cristianos y personas de buena voluntad. Por eso, como una exigencia del Evangelio y de la relativa “opción preferencial por los pobres”, el Papa exhorta encarecidamente a los poderes políticos (responsables del bien común y de la pacífica convivencia) y a las diversas escuelas científicas de economía, a identificar y superar las causas de esos errores e injusticias. ¿Cómo? Con un diálogo paciente y constructivo, capaz de promover «nuevos sistemas de progreso económico más directamente orientados al bien común, a la inclusión y desarrollo integral, al incremento del trabajo y a las inversiones en recursos humanos» (Discurso a la Fundación “Centesimus Annus”).

A profundizar en el examen de toda esta problemática, tan actual, ayudan también en este libro las previas consideraciones sobre la Doctrina social de la Iglesia que se hacen al comienzo, la rica bibliografía que documenta cada capítulo y la síntesis en siete puntos que de los «profundos mensajes morales a los líderes de la economía» del papa Francisco se formulan a conclusión de la obra. No dudo por eso en recomendar la lectura de esta magnífica obra de investigación, que ayudará mucho a comprender serenamente el recto contenido y la fuerza evangelizadora de ese mensaje.

Roma, 16 de julio de 2017

Cardenal JULIÁN HERRANZ

Presidente emérito del Consejo Pontificio para los Textos Legislativos y de la Comisión disciplinar de la Curia Romana

PRÓLOGO

LOS ESTADUNIDENSES NOS PROCLAMAMOS una nación indivisible, sometida a la autoridad de Dios. Los europeos también se han unido en la “Unión Europea”. En América Latina hay deseos de alcanzar una mayor unidad social y política. Pero en realidad, los continentes y los países están profundamente divididos en cuestiones morales básicas como el aborto, la anticoncepción, el género, las relaciones raciales, el alcance del derecho a la privacidad y la propiedad... La lista es interminable. El pensamiento social católico tiene algo que decir en todos estos temas, y se esfuerza en aplicar el mensaje evangélico en toda su complejidad y amplitud. En cambio, los grupos que defienden posturas contrarias sobre estos temas tienden a centrar su atención en uno o en algunos de ellos, ignorando los demás.

El papa Francisco ha decidido centrar su pontificado en temas relacionados con la evangelización y la justicia social, por encima de los temas doctrinales o litúrgicos. Esto ha provocado que el Papa sea considerado un héroe por gran parte de la izquierda. Sin embargo, muchos partidarios conservadores de san Juan Pablo II y del papa emérito Benedicto XVI se han sentido decepcionados e incómodos, a pesar de que aprecien personalmente al Papa y valoren sus gestos de bondad y compasión. A algunos les cuesta aceptar sus enseñanzas y muchos las rechazan, sobre todo las relacionadas con el mundo empresarial y la economía. El papa Francisco ha dicho que tender puentes es un aspecto constitutivo del ser cristiano, pero hay aspectos en su mensaje que parecen levantar muros entre el propio Pontífice y algunos grupos de fieles.

En este libro me gustaría derribar algunos de esos muros y demostrar que el papa Francisco tiene mucho que decir a los cristianos de todas las sensibilidades. Su mensaje, tomado en conjunto, nos impide dividir la «túnica sin costuras» de Cristo: el Papa recuerda a los conservadores los problemas provocados por la desigualdad y la pobreza, y a los progresistas que la justicia social no basta, porque la Iglesia es la esposa de Cristo, no una institución benéfica o una ONG. Al escribir estas páginas he pensado sobre todo en esos católicos y cristianos que, en general, se sienten más cómodos con san Juan Pablo II y Benedicto XVI, y que, al igual que yo, son conservadores en cuestiones doctrinales, pero desean cumplir la exigencia evangélica de servir a los pobres de entre nosotros.

En este libro me propongo resumir y explicar el mensaje del papa Francisco sobre el mundo empresarial y la economía. Eso implica una doble limitación que los lectores deben tener en cuenta: en primer lugar, no voy a analizar todo su mensaje social —y mucho menos todo su programa y doctrina pastoral—, sino únicamente la parte relacionada con la actividad empresarial y la economía. Aunque tengo conocimientos jurídicos, yo no soy economista, sino teólogo. De modo que mi lenguaje refleja los pensamientos y las reflexiones de un sacerdote interesado en la economía, pero profano en la materia. En segundo lugar, mi propósito no es tratar estos temas en general, sino únicamente tal y como aparecen en el papa Francisco. Por lo tanto, este no es un libro sobre la ética económica, la pobreza, la desigualdad o los asuntos económicos en general, sino sobre lo que el papa Francisco piensa y dice acerca de estos temas.

El Papa ha repetido varias veces que él no está añadiendo nada a la doctrina social católica. Por lo tanto, he decidido empezar con un capítulo sobre la economía y las finanzas en la tradición del pensamiento católico, para analizar la verdad de esta afirmación y examinar qué hay de nuevo y original en el papa Francisco. Una vez proporcionado este marco general, en el Capítulo 2 intentaré traducir las declaraciones del Papa al contexto cultural occidental, tarea que puede ser mucho más complicada que traducir textos de otra lengua. La transferencia cultural solo es posible a partir de una transformación de ideas: la traducción literal no nos lleva a ningún lado, es más, puede resultar contraproducente. El propio Francisco ha dicho que su estilo no ha cambiado desde que era arzobispo de Buenos Aires. Por lo tanto, sus ideas están influidas por una experiencia cultural y espiritual específica, experiencia que analizaré para aclarar el tema que nos ocupa. Por último, conviene recordar que el Papa no pretende proponer una teoría económica, sino un sólido mensaje moral. Me ocuparé de este tema en el Capítulo 3. Finalmente, en el Capítulo 4 concluiré con una meditación sobre la importancia de la contemplación como fuente espiritual de renovación social.

Me gustaría dar las gracias a la Catholic University of America Press por haberme sugerido la idea de este libro, por todo el apoyo editorial que me han brindado en el proceso de la producción del libro en inglés, y a Ediciones Rialp por la publicación en español. Mi profundo sentimiento de gratitud a Almudena Ligero por su excelente traducción. Asimismo, quisiera agradecer las valiosas observaciones de dos colegas anónimos que revisaron el contenido del libro y lo mejoraron sustancialmente. Los errores que queden son responsabilidad mía. Como siempre, Elizabeth Reichert hizo una maravillosa labor de edición y completó algunas notas a pie de página. ¡Muchas gracias, Elizabeth!

Roma, 23 de abril de 2017.

Domingo de la Divina Misericordia