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LIBRO DE LAS SOLAPAS

R. Ballester Añón

Obrapropia

© Texto: Rafael Ballester Añón

© Edición: OBRAPROPIA, S.L.

Calle Martí, 18

46005 VALENCIA

www.obrapropia.com

ISBN: 978-84-9981-466-7

Queda prohibida, salvo excepción prevista en la ley, cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública y transformación de esta obra sin contar con la autorización de los titulares de la propiedad intelectual. La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de un delito contra la propiedad intelectual (arts. 270 y ss. del Código Penal)

CONTENIDO

PREFACIO

DECADA DE LOS 50

DECADA DE LOS 60

DECADA DE LOS 70

DECADA DE LOS 80

DECADA DE LOS 90

AUTORES

EDITORIALES

TITULOS

Para J. Bta. Llinares y Francisco Girón

Leer es, en esencia, una operación militar (P.V.)

PREFACIO

Consideraciones sobre la literatura de solapa

I. Escena inicial

El paseante entra en una librería; hojea al azar diversos volúmenes; se detiene en la lectura de la solapa de uno de ellos –texto brillante y sugerente. El paseante es presa de un repentino entusiasmo. Decide adquirir el libro y, llegado a casa, lo devora a la espera de las sembradas seducciones, al desarrollo de las ideas insinuadas…Pero se encuentra con un texto tedioso, trufado con toda clase de enojosos lugares comunes. Experimenta una irritante sensación de fraude.

II. Admiración paradójica

A esa irritación inicial sucede una actitud distinta: admirar la solapa que le ha sabido emocionar de modo tan intenso. Le ha hecho fantasear un texto que no existe; y acaso haya puesto el germen para que este lector inspirado –quizá, a la vez, escritor- le conceda futura existencia. No es ésta, con todo, la eventualidad más frecuente.

III. Texto publicitario

La solapa de un libro constituye una modalidad de texto publicitario que puede tener un efecto excéntrico, como el que acabamos de ver; pero el lector habitual no es tan entusiasta, y la solapa suele a dar información razonablemente neutra del texto que promueve.

IV. Anonimato

La solapa posee peculiaridades llamativas. El anonimato, por ejemplo.

Porque ¿quién la confecciona? Es amplia la casuística: el propio editor, el copy de la agencia de publicidad encargada de promover el libro; a veces, son fragmentos sacados del prólogo, generalmente de una autoridad prestigiosa…En cualquier caso, un texto anónimo, y por ello, con cierto aire enigmático.

También es costumbre incluir una nota biográfica del autor, así como frases, de adjetivación euforizante, extraídas de las reseñas de alguna conocida publicación.

V. Gratuidad

Una solapa es, por naturaleza, gratuita. También lo puede ser que la lectura del libro entero que algunos practicaban en librerías; lectura dificultada por el envoltorio plastificado de los volúmenes. Pero, a excepción de lectores enfermizos o textos cortos, ese placer es vituperable e incompleto.

VI. Rasgos propios

Gratuidad y anonimato no son rasgos exclusivos de una solapa; los comparte con la mayoría de textos publicitarios. ¿Qué la caracteriza pues? Ser texto que incita a adquirir textos. Y en ocasiones constituyen –dentro de su propósito persuasivo- lacónicas joyas literarias, pequeñas obras maestras con gran capacidad de sugerencia y admirable economía de medios.

VII. Parentesco

Su eficacia retórica y brevedad persuasiva lo emparentan con el spot televisivo o el trayler del cinematógrafo.

VIII. Público receptor

Los mecanismos persuasivos para publicitar un producto de aseo personal, no difieren, en sustancia, de los mecanismos persuasivos para una reedición del Tratado de las Pasiones de Renato Descartes. Cada cual tiene su público, que eventualmente puede coincidir; y cada mercancía, sus rasgos distintivos.

Las solapas están dirigidas –sobre todo las de aquellas editoriales de poesía, ensayo o novela de calidad- a un público avisado, quisquilloso, al que conmover o persuadir no resulta, en principio, tarea fácil.

IX. Invisibilidad

El concepto de “género literario” ha ocasionado cuantiosos desvelos doctrinales. Algunas de sus características más consensuadas - “horizonte de expectativas”, por ejemplo – pueden aplicarse cabalmente a una solapa; género que, a pesar de su visibilidad connatural, tiende a pasar desapercibido.

X. Popularidad y operación sencilla

Por -o a pesar de- su modestia instrumental, es el género más transitado: por una novela leída, leemos decenas de solapas.

Nos proponemos hacer visible un género que tiende a la invisibilidad, con un método sencillo: cambiar de lugar las cosas y con ello su función: poner dentro lo que, por naturaleza, debe estar fuera. Procedimiento que guarda notoria similitud con los objetos creados por Marcel Duchamp. La solapa pues convertida en texto-urinario, en pulcro readymade.

XI. Resumen provisional

El interior de este libro lo forma el exterior de cien.

XII. Criterios de elección

Las solapas escogidas pertenecen a libros de versos, ensayos o novelas. Las más antiguas, de los años 50, es decir, cuando se expande una concepción popular del libro de bolsillo, y por tanto las solapas que lo publicitan y protegen.

Hemos seleccionado ediciones agotadas y de acceso difícil, que para, al menos, dos generaciones de lectores, han constituido referencias sentimentales e intelectuales. Una generación se caracteriza, entre otras cosas, por las solapas que ha leído.

Inevitablemente, el criterio de selección es personal; aunque las solapas elegidas cumplen cualidades anteriormente glosadas: concisión, sugerencia emocional, rigor estilístico…,.

Entre el libro de un escritor admirable con solapa penosa, y otro mediocre con solapa magistral, escogemos el segundo.

Con todo, hemos procurado la excelencia concurrente de solapas y obras.

XIII. Criterios de ordenación

Las solapas se ordenan según un criterio cronológico que abarca las últimas cinco décadas del siglo XX; dentro de tal criterio se acata la prestigiosa arbitrariedad del orden alfabético, aplicado a los nombres de los autores incluidos.

El número de solapas correspondiente a cada década es el resultado de una progresión aritmética que tiene como elemento generador el número 5. Obtenemos de este modo la distribución siguiente:

Década de los 50: 10 solapas

Década de los 60: 15 solapas

Década de las 70: 20 solapas

Década de los 80: 25 solapas

Década de los 90: 30 solapas

Arquitectura numérica que trata de sugerir el incremento vertiginoso de la producción editorial en la segunda mitad del siglo XX.

XIV. Solapas y crítica

El crítico y el solapista guardan similitud: componen textos que aluden a otros textos para publicitarlos. Pero también diferencias. El crítico tiende (por decirlo así) a mirar la obra desde arriba; el solapista, desde abajo. Cultiva el crítico una actitud distante, desdeñosa –en ocasiones, histéricamente entusiasta-; el solapista es invariablemente admirativo. La crítica convencional parece una torpe solapa; la buena solapa, una admirable crítica.

La diferencia sociológica más relevante: la crítica es cada vez menos efectiva; las solapas, cada vez más.

XV. Dos consideraciones

Esta compilación cabe entenderla como una historia fantaseada de la literatura, vista desde la puerta de atrás.

Este volumen tiene un aire póstumo. Las solapas nacen a principios del siglo XX y perduran hasta el día de hoy. La paulatina presencia del libro electrónico hace a pensar en la próxima extinción de la solapa.

XVI. Dos notas finales

Se ha utilizado como sinónimos los términos “contraportada” y “solapa”.

Al final del volumen consignamos una relación de autores, títulos y editoriales que hemos seleccionado.