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La Reforma y el cristianismo en el siglo XXI

Máximo García Ruiz

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© 2017 por Editorial CLIE.

La Reforma y el cristianismo en el siglo XXI

ISBN: 978-84-16845-75-0
eISBN: 978-84-16845-76-7
Depósito Legal: B 12600-2017
Confesiones cristianas
Historia
Referencia: 225037

CONTENIDO

ADVERTENCIA PRELIMINAR

PRÓLOGO

Riqueza y variedad de un movimiento que sigue vivo

IEUROPA EN LOS SIGLOS XIV Y XV

1.La Europa prerreformada

2.Humanismo y Renacimiento

3.Sacro Imperio Romano Germánico

IIMARTÍN LUTERO

1.Monje agustino

2.Las 95 tesis

3.Alcance de su obra

IIILA REFORMA PROTESTANTE

1.La Reforma magisterial

2.La Reforma radical

3.La Iglesia de Inglaterra

4.Énfasis teológico y eclesiológico

IVCONSOLIDACIÓN DE LA REFORMA

1.Reforma vs. Contrarreforma

2.La Europa protestante

3.Reforma y misiones

4.Cara y cruz de la Reforma

VLA REFORMA EN ESPAÑA

1.En el siglo XVI

2.La segunda Reforma: siglo XIX

3.Perfil teológico y eclesial

3.1.Iglesias vinculadas con la Reforma magisterial

3.2.Iglesias derivadas de la Reforma radical

3.3.Iglesias pentecostales y carismáticas

3.4.Otros grupos de iglesias

4.La Reforma en una sociedad católica

A MODO DE CONCLUSIÓN: EL CRISTIANISMO EN EL SIGLO XXI

ANEXOS

ANEXO N.º 1 LAS 95 TESIS DE MARTÍN LUTERO

ANEXO N.º 2 CUADRO ESTADÍSTICO DEL PROTESTANTISMO ESPAÑOL

ADVERTENCIA PRELIMINAR

Afrontamos el reto de escribir un libro conmemorativo de los quinientos años de la Reforma protestante plenamente conscientes de que se trata de un proyecto arriesgado, ya que sobre el tema existe una bibliografía extensísima, también en castellano, en la que no faltan tesis doctorales, que cubre sobradamente la historia de este acontecimiento de dimensión universal.

Por nuestra parte, no pretendemos hacer una historia de la Reforma sino, más bien, una historia sobre la Reforma. Por consiguiente, el libro que tienes en tus manos no es Historia en su sentido académico y científico. No pretendemos un registro de todos y cada uno de los hechos acaecidos con ocasión de ponerse en marcha el movimiento de reforma de la Iglesia tal y como se produjo a partir del siglo XVI.

Entonces, ¿en qué consiste esta historia? Al cumplirse los quinientos años del acto considerado como el inicio de la Reforma, es decir, la publicación de Las 95 tesis de Lutero, pretendemos ofrecer al lector una visión global de lo que fue y supuso en el medio social en el que se produjo, a fin de que los no iniciados en el tema puedan alcanzar una perspectiva general del qué, del porqué y del para qué de este acontecimiento.

Hemos tratado de ser rigurosos en el relato de los hechos que hemos seleccionado como más relevantes y hemos extraído de esos datos las reflexiones de calado a fin de que los lectores puedan tener acceso a un conocimiento básico de un acontecimiento tan trascendente como fue la Reforma protestante, iniciado en el siglo XVI.

Es, por lo tanto, una historia sobre la Reforma divulgativa, respetuosamente trazada, que proporcionará al lector información suficiente de lo acaecido en Europa en el inicio de la Edad Moderna, con proyección en los siglos siguientes y dimensión universal. Un acontecimiento sin el que sería imposible explicar la historia de la configuración de los estados modernos europeos y, por extensión, la historia universal.

Dedicamos un capítulo a España, ofreciendo información acerca de lo que fue o pudo haber llegado a ser la Reforma en el siglo XVI y su proyección a la época actual, poniendo atención en su perfil teológico y eclesiológico y ofreciendo datos sobre su presencia en territorio español.

En resumen, un relato histórico de dimensión enciclopédica que, los lectores que lo deseen, podrían encontrar desarrollado en varios tomos y por muy diversos autores; un relato que ofrecemos en su esencia en un volumen reducido, y lo hacemos asumiendo el reto que supone llevar a cabo esta empresa, sin menoscabo del rigor que una obra como esta demanda.

Navidad de 2016

PRÓLOGO

Riqueza y variedad de un movimiento que sigue vivo

Muchos son los acercamientos que se han realizado en torno a la Reforma protestante. Y en el año 2017, cuando se cumplen quinientos años de la publicación de Las 95 tesis sobre las indulgencias por parte del agustino Martín Lutero, sin duda, se realizarán muchas más.

Los trabajos actuales suelen realizarse, en general, con el ánimo pausado, y desprovistos de palabras lacerantes más propias de un clima de pugna y confrontación. Afortunadamente, la idea que tanto costó construir de tolerancia y de la necesidad de una convivencia pacífica entre las diferentes corrientes de pensamiento va ganando terreno, y debe hacerlo sin dejarnos arrastrar por la pérdida de la identidad ni por la construcción de una ética y una religión cristianas que avanzan incorporando, sincréticamente, elementos de la cultura y de la moral populares, elementos que, en ocasiones, son ajenos al cristianismo.

¿Cómo encontrar, entonces, el equilibrio? Hace quinientos años, Lutero nos propuso un camino a los cristianos, un camino, en buena medida, a contracorriente de los usos y prácticas de la época, pero también sabiendo aprovechar los resortes y puntos de apoyo de la situación circundante.

En esta perspectiva histórica que constituye la primera parte del libro, Máximo García nos muestra también como mucho antes que Lutero ya se habían realizado propuestas de mejora y de reforma de la cristiandad y la Iglesia cristiana, pero sus intentos lograron un escaso éxito y, en muchas ocasiones, costaron la vida a sus promotores. Lutero, sin embargo, consiguió eludir ese riesgo, y pudo hacerlo gracias al entorno que, según nos muestra Máximo García, rodeó y protegió la actividad de este monje agustino. Un ambiente político no exento de intereses contrapuestos y de tensiones internas, la modernidad industrial y el capitalismo que pugnaban con presentarse en la escena social, una sociedad cargada de normas y de señores, una comunidad con un gran porcentaje de analfabetismo y un deseo de liberación de vindicar la identidad nacional… Estos y otros elementos son presentados por Máximo de manera esquemática y accesible, ofreciéndonos una panorámica que puede permitirnos una comprensión global de este importante evento que desplegó, posteriormente, importantes efectos en sociedades, no solo protestantes, sino también de países católicos, donde se impulsaron, con la Contrarreforma, algunas medidas que, quizás sin la Reforma, nunca hubieran sido adoptadas o se hubieran retrasado.

En la segunda parte del texto, Máximo García nos ofrece un análisis sintético de las principales corrientes y líneas de la Reforma que se han ido produciendo a lo largo de estos quinientos años. Su análisis nos puede ayudar a comprender por dónde discurren las líneas evolutivas de los movimientos reformadores, examinando cuáles son sus similitudes y sus diferencias. Considero que este apartado es relevante porque los cristianos evangélicos y protestantes solemos explicarnos mal. Cada uno habla de lo suyo y son pocas las ocasiones en las que podemos alejarnos de nuestra vivencia personal y adquirir perspectiva para contemplar la variedad y riqueza de un movimiento vivo que no ha dejado de evolucionar de manera extensible en estos quinientos años, aunque manteniendo, en la mayoría de los casos, un núcleo de valores, historia, principios de fe e identidad común.

El autor no pretende desgranar ni calificar esa variedad, sino presentar su opinión sobre los grandes vectores por los que ha discurrido y discurre el movimiento de las Iglesias de la Reforma.

El tercer apartado está dedicado a presentar, con el enfoque antes citado, un esquema de la historia del protestantismo en España, analizando el origen del establecimiento de las principales corrientes o familias denominacionales, y ofreciendo algunos apuntes valorativos sobre las peculiaridades y analogías de cada grupo. En mi opinión, estas aportaciones, de las que, en algunos casos, se podrá disentir o matizar, suponen un buen aporte no solo para ajenos, sino también para los propios evangélicos y protestantes que, en demasiadas ocasiones, han sido instruidos en su fe cristiana de una forma ahistórica.

La fe en Cristo y la vuelta a las Escrituras en asuntos de fe y práctica cristiana no va reñida con el conocimiento de la fe de nuestros antecesores que, para bien y para mal, constituyen la herencia y fundamento de buena parte de nuestras instituciones, actitudes y doctrinas.

Al cumplirse estos quinientos años, nos viene bien mirar hacia atrás para aprender de nuestros predecesores su valor y su fe, sus aciertos y sus errores, de modo que puedan ser un revulsivo para trabajar en nuestra parte de la construcción, a favor de una Iglesia más pura y una sociedad más justa y solidaria.

Mariano Blázquez Burgo
Enero, 2017

A modo de conclusión: El cristianismo en el siglo XXI

La propia pluralidad que caracteriza el protestantismo dificulta poder hacer una prospección de las posibilidades que pueda ofrecer en el futuro más allá del valor que pueda conferirse a nuestra propia subjetividad. Las diferentes ramas o familias derivadas de la Reforma viven la tensión que produce, por una parte, mantener la fidelidad a sus propias tradiciones y distintivos tanto doctrinales como eclesiales; y, por otra, la presión surgida a raíz de la celebración del Concilio Vaticano II en torno a la unidad de la Iglesia que el ecumenismo más ambicioso plantea como un paradigma a alcanzar definitivamente en el siglo XXI. Un objetivo que suele plantearse más como un logro estructural que como un proceso de afinidad espiritual.

Efectivamente, para algunos sectores del cristianismo actual el reto es la unidad formal y visible de la Iglesia, mientras que para otros se busca desarrollar con mayor intensidad la unidad espiritual de todos aquellos hombres y mujeres que se sienten identificados con una misma fe, siguiendo el consejo paulino de «guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz» (Efesios 4:3). Para otros sectores, sencillamente, el tema del ecumenismo no se encuentra entre sus preocupaciones inmediatas.

El siglo XX ha sido testigo de múltiples intentos tendentes a buscar, si no la unidad visible, orgánica, sí la relación fraterna entre semejantes. Los dos grandes acontecimientos registrados en esa dirección, a partir de la Conferencia Misionera Internacional de 1912 son: 1) la creación del Concilio Mundial de Iglesias (1948), que aglutina a más de 550 millones de cristianos procedentes de 120 países; y 2) los efectos derivados del Concilio Vaticano II (1962-1965).

Bajo la común denominación de ‘ecumenismo’, «el gran acontecimiento de nuestra era», según dijera el arzobispo de Canterbury William Temple, se han abierto mesas de diálogo para intentar ponerse de acuerdo en temas como la justificación por la fe, las ordenanzas o sacramentos (bautismo y eucaristía o cena del Señor), el reconocimiento mutuo de los ministros ordenados, la relación entre Sagradas Escrituras y tradición, el magisterio o autoridad del papa y los obispos y el papel que ocupa en la Iglesia la virgen María.

Las inquietudes por las relaciones ecuménicas entre las confesiones protestantes se remontan al siglo XIX, cuando se produjeron muy diversas alianzas y organizaciones eclesiásticas en el ámbito internacional, en respuesta a esa preocupación por buscar una expresión unida de la Iglesia cristiana. Sin pretender hacer mención de todos los proyectos llevados a cabo, pueden mencionarse los organismos o entidades siguientes:

1)La Alianza Evangélica Mundial, nacida en Londres en 1846, cuya finalidad consiste en estrechar los lazos entre «evangélicos».

2)La Asociación Internacional para la Libertad Religiosa, que se remonta a 1925 —si bien sus orígenes se encuentran en el Comité Internacional del Progreso Religioso—, promotora de los congresos de Boston (1900), Londres (1901), Ámsterdam (1903), Ginebra (1905), Boston (1907), Berlín (1910) y París (1913), de signo claramente liberal.

3)La Conferencia Misionera de Edimburgo (1910), donde se funda el movimiento Fe y Constitución y se hace un reparto de los campos misioneros.

4)El Consejo Internacional de las Misiones, organizado en Lake Mohonk, Nueva York, en 1921.

5)El Consejo Americano de las Iglesias Cristianas, bajo la dirección del pastor Carlos McIntire, en 1941, de corte muy conservador, contrarios al Consejo Ecuménico, al que consideran un peligro para el Evangelio y las libertades americanas, debido a su compromiso con el liberalismo y las tendencias políticas de izquierdas. Luego, a nivel internacional, se convertiría en Consejo Internacional de Iglesias Cristianas.

6)En 1942 se constituye la Asociación Nacional de Evangélicos, que representa a millones de evangélicos en los Estados Unidos, imparcial en cuanto a Consejo Mundial de Iglesias. Celebró un Congreso en Europa del 7 al 11 de agosto de 1949 (Clarens, Suiza), donde adoptó el acuerdo de impulsar la Alianza Evangélica.

Como ya hemos defendido anteriormente, es un hecho generalmente admitido que el protestantismo ejerció un papel importante en la configuración de los estados modernos europeos, manteniéndose ese ascendente aun en nuestros días en los países donde se implantó con mayor arraigo (Alemania, Dinamarca, Inglaterra, Noruega, Islandia, etc.) y manteniendo una poderosa influencia en algunos de ellos. En el clima de diversidad estructural y confrontación ideológica que hemos descrito, un aspecto importante a indagar es la influencia que las iglesias procedentes de la Reforma van a poder ejercer en el mundo contemporáneo.

En torno a este tema, son conocidos los estudios de Max Weber (1864-1920) y Ernst Troeltsh (1865-1923) enfatizando la importancia del protestantismo en la construcción del mundo moderno; y de manera especial el énfasis de Weber en la configuración del sistema económico-social occidental con su teoría del «espíritu del capitalismo», que alude a la ética social relacionada con un tipo de vida ascética derivada de la fe protestante en oposición a cualquier otro planteamiento que se apoye en una concepción social utilitaria y hedonista. Ese «estilo de vida», que se fundamenta en la ética protestante derivada de la fe calvinista, dio origen, según Weber, a configurar una sociedad que supo rentabilizar sus recursos productivos creando una cultura social de ahorro e inversión más favorable al desarrollo económico que la que predominaba en los países católicos.

Sería un atrevimiento irresponsable por nuestra parte tratar de establecer un paralelismo entre el modelo social de corte calvinista del siglo XVII y siguientes y la sociedad española del siglo XXI. Y mucho más atrevido, en el contexto político-social del neocapitalismo que se ha instalado en el mundo occidental. Sin embargo, salvando las distancias, valores como la ética en las relaciones interpersonales, el amor al trabajo bien hecho, el ahorro unido a una inversión responsable, la austeridad vs. hedonismo despilfarrador, seguramente serían factores identificados con la herencia protestante que ayudarían a crear una sociedad más justa y con capacidad de dar respuesta a los graves problemas que aquejan a la sociedad actual.

En países como México, Brasil, Guatemala, Chile y otros muchos de América Latina, en los que el crecimiento del protestantismo está siendo muy notable, vuelve a mostrarse en esos sectores la importancia social que puede llegar a tener el practicar un determinado «estilo de vida» fundamentado en una ética capaz de cambiar las costumbres licenciosas (alcoholismo, promiscuidad sexual, juego, delincuencia, etc.), especialmente en los padres de familia, reintegrándolos a un trabajo honesto y responsable. Así lo constatan estudios que se han hecho en sectores de confesión evangélica en esos países. No solo cambian los individuos, sino las familias y el ámbito social en el que se mueven, reproduciendo con ello el cuadro que Weber describe con respecto a la influencia del calvinismo en la época por él estudiada.

Concluimos que los modelos no pueden adoptarse acríticamente y que será preciso, en todo caso, y en lo que al mundo occidental se refiere, descubrir de qué forma los ciudadanos de fe evangélica o protestante pueden contribuir a crear una sociedad más justa en la que los valores defendidos por el cristianismo puedan servir de referente para producir el cambio social que la creciente decadencia ética está demandando.

ANEXOS

Anexo n.º 1
Las 95 tesis de Martín Lutero

Por amor a la verdad y en el afán de sacarla a luz, se discutirán en Wittenberg las siguientes proposiciones bajo la presidencia del R. P. Martín Lutero, maestro en Artes y en Sagrada Escritura y profesor ordinario de esta última disciplina en esa localidad. Por tal razón, ruega que los que no puedan estar presentes y debatir oralmente con nosotros, lo hagan, aunque ausentes, por escrito.

En el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén.