Registro de la Propiedad Intelectual Nº 209.933

ISBN: 978-956-8415-45-7


Imagen de portada: Libros. Sebastián Preece

Diagramación y corrección de estilo: Antonio Leiva

Impreso por Salesianos Impresores S. A.


© ediciones / metales pesados

ediciones@metalespesados.cl

www.metalespesados.cl

José Miguel de la Barra 460

Teléfono: (56-2) 632 89 26


Santiago de Chile, noviembre 2011

Introducción

Si bien el propósito de este libro ha sido pensar las implicancias filosóficas de la desmaterialización del soporte del sistema de representación técnico contemporáneo y, además, cuáles son las resonancias metafísicas del paso de la fotografía análoga a la digital o numérico-binaria, ha sido necesario revisar, en un primer momento, algunas de las maneras en que la «imagen» ha estado presente en la filosofía occidental. Esta presencia se reconoce de dos formas diferentes: la primera, en el uso de metáforas (estas en tanto imágenes) para conceptos complejos; la segunda, en la tematización específica de la imagen como problema de la representación. Este problema es el que se trabaja en la primera parte de este libro. La necesidad surge al intuir que ciertas consideraciones valóricas respecto de la fotografía eran el resultado de estimaciones asignadas a la imagen y la luz, las que se mostraban como encarnaciones de la verdad y en algunos casos de Dios (por ejemplo, la luz como reveladora de la verdad, el sol como figura divina, los ojos como el sentido privilegiado para conocer al mundo, etc.). De esta manera se pretende fundamentar que la fotografía, siendo un sistema técnico de producción de imagen, ha sido considerada como registro fidedigno de la «realidad», justamente por pertenecer a esta tradición «imaginaria».

Si bien la imagen técnica contemporánea adopta formatos diversos, e incluso con diferencias tales que unas consideran el movimiento y otras no, vemos que la fotografía alcanza un nivel paradigmático, en la medida en que se constituye en la primera imagen que mecaniza un sistema de registro técnico, eliminando la intervención directa de su productor, marginándolo al espacio de operador.

Al mencionar la noción de registro debemos entender que lo que se registra, técnicamente, son las diversas intensidades de reflejo luminoso de los cuerpos. De este modo, la estructura básica de la fotografía, todavía hoy, es, a partir de un material fotosensible y de la dirección normada de los rayos de luz, el registro de dichos rayos sobre este material. Es decir, es una imagen construida por la intervención directa de la luz.

Buena parte de la literatura dedicada a pensar la fotografía se ha referido a este aspecto, justamente desde la consideración de huella, y por esta razón el carácter semiológico del general de aquellas indagaciones. Pero es específicamente la característica de normatividad de la luz en la fotografía lo que no ha sido detenidamente pensado. Este asunto nos abre un campo reflexivo amplio, fértil y lo suficientemente abarcador como para considerar a la fotografía análoga y numérico-binaria como tipos de imágenes no totalmente agotadas teóricamente (la análoga en este caso) y poco pensada aún desde la filosofía (la digital). La necesidad de pensar filosóficamente, desde la materialidad, al fenómeno fotográfico, aparece en el momento en que vemos que es, precisamente, en este nivel donde se definen determinaciones representacionales que, a su vez, marcan ineluctable y podríamos decir «esencialmente» el sentido de lo representado; y no sólo eso, sino que además, en términos fundamentales, esa materia, como estructura, sería una representación de la «condición ontológica occidental». Es forzosamente filosófico el acercamiento porque la implicación del individuo con este sistema se produce a un nivel que la representación modelaría su propio acontecer cotidiano; o sea, se es no sólo en lo que se representa, sino que, fundamentalmente, en el modo –considerando estrategias y materiales– en que se hace.

Es, entonces, este asunto el que pretendemos pensar en la primera parte de este libro: la relación entre «Imagen, fotografía y filosofía». La amplitud de este campo impide ser abordado completamente y en detalle, pero lo que nos obliga a verlo es que de este modo exponemos el marco general y la relevancia que ha tenido la imagen en la cultura occidental, siendo la fotografía un modo eminente de imagen técnica. La «imagen» funciona, como ya decíamos, más en tanto «metáfora» y por esto como absoluta remisión y en una medida mucho menor como «objeto» autónomo, susceptible de ser pensado independientemente. Este modo de entender la imagen la revela como una pura transparencia y como una pura debilidad; como un aspecto residual y utilitario y no con un valor óntico-ontológico propio que la habilite como objeto de indagación particular. Este es el asunto que tratamos en «Imagen, semejanza y remisión». Aunque no es mi pretensión hacer una exhaustiva revisión teórico-histórica de este problema, necesariamente revisamos, en forma sucinta, lo dicho por Parménides y Platón en relación con la remisión. Luego, provocados por sus planteamientos, los confrontamos tensionando el sentido de este concepto en sus respectivas proposiciones filosóficas. Es esta noción la que permite establecer el diálogo con la filosofía contemporánea en las figuras de Heidegger y Lévinas. Sería este último quien de manera explícita afirme la transparencia de la imagen, mostrando así una característica que la propia fenomenología le asigna a la imagen. Nuevamente, entonces, lo propio de la imagen es su «remisionalidad óntica». Pero lo que queda por ser pensado, en este caso, es la relación de semejanza entre el objeto y su representación, y es aquí que Heidegger contribuye con su reflexión sobre el «principio de identidad».

La valoración, entonces, que hoy se tiene del dispositivo fotográfico permite encontrar la triple identidad entre aspectos esenciales de las nociones de «imagen», «filosofía» y «fotografía».

En esta misma línea de pensamiento resulta fundamental comprender la concordancia que se da, en el momento de la invención de la fotografía, entre su condición técnica y el nihilismo decimonónico. Observar la correspondencia entre nihilismo y técnica nos da el campo necesario para comprender la relación entre nihilismo y fotografía.

Finalmente, en esta primera parte abordamos la fotografía desde la fenomenología y las posibilidades que esta nos entrega para comprender la relación entre fotografía y tiempo, siendo esta dimensión central al interior del dispositivo.

En la segunda parte de este libro, la fotografía es instalada en la sociedad y sus usos. Pero, para entender en profundidad esta ubicación, ha sido necesario partir considerando su relación con el lenguaje y desde aquí su importancia para la configuración de mundo en la cultura occidental. Vemos que la representación en general y la fotográfica en particular se constituyen en elementos claves para la promoción de modos de interpretar la existencia característicos de nuestra cultura; es por esta razón que nos concentramos, además, en observar las relaciones entre el concepto «masa» de Elías Canetti y la técnica. Así, vemos cómo los dispositivos técnicos –y la fotografía en especial– potencian ciertos aspectos del comportamiento de la masa. Finalmente, analizamos cierto uso social de la fotografía relativo a la satisfacción de deseos.

En la tercera y última parte de este libro haremos la relación más compleja, pero a la vez la que le da sentido a esta investigación, entre la «debilidad ontológica» y la desmaterialización del soporte fotográfico en el código numérico-binario. Es en esta correspondencia donde vemos, justamente, el alcance metafísico del sistema de representación, que se da en la época de una interpretación débil del ser.

De esta manera, la estructura que toma este libro queda conformada en tres partes. En la primera, la fotografía será instalada en el contexto de las consideraciones de que ha sido objeto la imagen en general en el pensamiento filosófico, lo que permite ver a esta imagen técnica como la culminación visual de la tradición imaginaria de Occidente. En la segunda parte, la fotografía será vista instalada en la sociedad, como objeto cultural configurador de mundo. Finalmente, la modificación de soporte, desde una materialidad hacia una codificación, será entendida como representación de la declinación de las maneras de interpretar al sujeto contemporáneo y sus sistemas de significación, por ejemplo el archivo numérico-binario.

Primera Parte

Imagen, fotografía y filosofía