JAPÓN HOY


Japón es un país de 127 millones de habitantes (casi el triple que España) en una superficie de 377.000 km2 (tres cuartas partes la de España) distribuidos en casi seis mil islas e islotes de origen volcánico, entre las que destacan cuatro: Honshu, la principal; Kyushu, al sur; Shikoku al sudeste; y Hokkaido, al norte. Está situado en el Océano Pacífico, al este de Rusia, Corea y China en una franja que se extiende entre latitudes cercanas al Ártico en el norte y tropicales al sur. La inmensa mayoría de los japoneses viven hoy en las grandes metrópolis articuladas alrededor de Tokio, Osaka, Nagoya y Fukuoka, y una gran parte del territorio está escasamente poblado debido al éxodo rural o a las dificultades de urbanización del terreno.

Japón es una sociedad relativamente homogénea, pero ni mucho menos uniforme. Hay diferencias en estilo de vida entre áreas geográficas, grupos de procedencias distintas, diversos grados de religiosidad y una cada vez mayor diferencia entre los que tienen un buen empleo y los que malviven con trabajo precario. Además, Japón combina, como pocos países, modernidad y tradición. Participa en la carrera del espacio y desarrolla robots en prácticamente cualquier área de la actividad humana, pero sus habitantes siguen vistiendo kimonos y caminando en tatamis, realizan la ceremonia del té y el arreglo floral ikebana, disfrutan viendo el sutil teatro kabuki y a los enormes luchadores de sumo.

Japón es un país de 127 millones de habitantes (casi el triple que España) en una superficie de 377.000 km2 (tres cuartas partes la de España) distribuidos en casi seis mil islas e islotes. 

Si hay una ciudad que simboliza la modernidad de Japón es Tokio, que no es solo su capital política sino su principal centro de dirección económica y de creación artística y cultural, y uno de los más importantes del mundo. Es la sede del gobierno y de la mayoría de grandes empresas, pero también es una ciudad de barrios populares, que alberga el elegante palacio imperial, el tradicional templo budista de Asakusa o el gran santuario sintoísta de Meiji.

Kioto es la otra cara de la moneda. Representa la historia esplendorosa del Japón encerrado en sí mismo. Se enorgullece del palacio del sogún, de centenares de templos budistas, de sus santuarios sintoístas, jardines de piedra o de los barrios con viejos edificios de madera. Pero la antigua capital cuenta también con la moderna estación central, la sede de grandes empresas, como Nintendo o Kyocera, instituciones culturales como el Museo del Manga y algunas de las principales universidades del país.

Por supuesto, Japón no se acaba en sus dos ciudades más famosas. Cerca de Tokio encontramos maravillas como el monte Fuji, el santuario de Nikko, la antigua capital sogunal de Kamakura o la moderna ciudad portuaria de Yokohama. Y a poca distancia de Kioto tenemos también otra antigua capital, Nara, y las modernas Osaka y Kobe, el majestuoso castillo de Himeji o el gran centro budista del monte Koya. Además, en el extremo norte del país está la fría Hokkaido; y en el sur, la tropical Okinawa. En medio, Hiroshima y Nagasaki y su tributo a la paz, las aldeas de Gifu, el santuario de Ise, la ruta de peregrinaje de Shikoku, los balnearios de Beppu...

ANTES DE PARTIR


Cuándo viajar

Las cuatro estaciones y el mes de la lluvia

La zona en la que se encuentran Tokio y Kioto cuenta con cuatro estaciones que coinciden, aproximadamente, con las del sur de Europa. Ahora bien, hay que tener en cuenta la situación del país en el Océano Pacífico, frente al continente asiático, que se traduce en un alto grado de humedad prácticamente durante todo el año. Las precipitaciones son abundantes: en invierno pueden ser de nieve copiosa, y durante el resto del año, de lluvia, especialmente entre finales de primavera y principios de verano. En general, los inviernos son fríos y algo más secos, y los veranos cálidos y extremadamente húmedos, con escasa variación de temperatura entre el día y la noche. Las mejores épocas para visitar Japón, por el clima y por la posibilidad de gozar de la naturaleza, son la primavera y el otoño.

Sushi bajo los cerezos en flor

Visitar Japón en plena eclosión de los cerezos y compartir con los nipones un día de pícnic en un parque urbano puede ser una experiencia única. Sin embargo, planificar el viaje con ese objetivo podría provocar una decepción no menos singular. Por un lado, porque no es fácil prever con antelación y exactitud en qué momento de finales de marzo o principios de abril las flores se van abrir en el lugar exacto donde vamos a estar. Por otro, la lluvia o un fuerte vendaval pueden esparcir en pocos minutos por el suelo los pétalos blancos. Además, hay que tener en cuenta que es una época de especial congestión de transportes públicos, alojamientos y restaurantes, porque allá donde los cerezos estén en flor seguro que habrá japoneses contemplándolos.

La caza del arce rojo

Una alternativa para gozar de la contemplación de la naturaleza es viajar en otoño, cuando los abundantes bosques se tiñen de amarillo primero y de rojo después. Los japoneses tienen especial predilección por la coloración de los arces, especialmente por el momento en qué sus hojas se vuelven rojas. También en este caso hay que tener presente la variabilidad de fechas de un año a otro en cada lugar, los azares del clima, en forma, sobre todo, de tifones, y la gran importancia que tiene en Japón el turismo nacional.

Cómo ir

Las mejores rutas aéreas

Casi todas las grandes compañías áreas europeas tienen vuelos directos a Japón. El trayecto sobrevuela Rusia y toma unas 12 horas, a las que hay que añadir el vuelo desde España y el tiempo de espera. Algunas compañías asiáticas también han entrado a competir en las rutas a Japón por el sur, a precios más competitivos pero a menudo con una duración superior. Desde octubre de 2016 Iberia cubre la ruta Madrid-Tokio.

Aeropuertos de entrada

Los dos principales aeropuertos internacionales de Japón son el de Narita, en el área de Tokio; y Kansai, en la región de Kioto y Osaka. Además, hay numerosos vuelos internacionales a Haneda, también en Tokio, y a Centrair, cerca de Nagoya.

¿Qué necesito?

Documentos

Para viajar a Japón y permanecer un máximo de 90 días no es necesario visado, solo el pasaporte en vigor. Es muy importante respetar la limitación de tres meses, las reglas japonesas de inmigración son estrictas.

Salud y seguros

La mayoría de hospitales japoneses son privados. Aunque no es obligatorio, es muy recomendable llevar un seguro de viaje que incluya la asistencia médica.

Moneda y tarjetas

La moneda japonesa, el yen, es relativamente estable, no se suelen producir cambios bruscos en su valor respecto al euro y al dólar, pero en 2016 osciló entre los 111 y los 132 yenes el euro y los 99 y 121 yenes el dólar. Las principales tarjetas de crédito internacionales se aceptan en la mayoría de tiendas, restaurantes y hoteles japoneses, pero no en todos, por lo que es recomendable llevar siempre algo de efectivo. Además, hay que tener en cuenta que no todos los cajeros automáticos permiten sacar dinero con tarjetas emitidas en el extranjero. El lugar más seguro para cambiar moneda extranjera por yenes son las oficinas de cambio situadas en los aeropuertos internacionales.

Electricidad

El voltaje en todo Japón es de 100 V y la frecuencia de 50 Hz desde el área de Tokio hasta el norte y de 60 Hz en el resto. Los enchufes son de clavijas planas. En las grandes tiendas de electrodomésticos se pueden comprar adaptadores.


¿Los entenderé? ¿Me entenderán?

Alfabeto, kana y kanji

El idioma japonés se escribe combinando kanji (caracteres chinos de origen ideográfico) y dos escrituras fonéticas (hiragana y katakana). Además, estos sistemas se combinan con los números árabigos y coexisten con el alfabeto latino y con una gran cantidad de pictogramas e ilustraciones. En la rotulación pública en Tokio, en Kioto y en las principales ciudades o zonas turísticas del país la mayoría de topónimos aparecen en escritura japonesa y también con alfabeto latino (o directamente en inglés). No todos los bares y restaurantes cuentan con cartas en alfabeto o en inglés, pero a menudo sí tienen fotografías, dibujos o un escaparate con reproducciones de los platos.

Inglés

Además de los topónimos, la mayoría de explicaciones para los usuarios en los transportes y otros espacios públicos están escritas en inglés. Por otra parte, en Japón se publican diversos diarios en ese idioma, y la televisión pública emite todos los días en inglés en el canal secundario de audio de varios de sus informativos. Todos los japoneses estudian inglés en la escuela y el instituto y muchos de ellos en la universidad. Sin embargo, son todavía una minoría los que tienen el nivel y el atrevimiento necesarios para usarlo en sus comunicaciones con extranjeros.



¿Es seguro Japón?

Fukushima

El terremoto y tsunami que afectaron el noreste de la isla de Honshu en marzo de 2011 causaron el peor accidente nuclear de la historia de Japón. Diversos reactores de la central eléctrica de Fukushima Daichi resultaron gravemente afectados y se produjeron fugas radiactivas significativas tanto en el aire como en el agua del mar. Cinco años después siguen los trabajos para neutralizar los efectos del desastre y se mantiene un área de seguridad de 20 km alrededor de la central nuclear. Más allá de esta zona, las autoridades consideran que no existen riesgos para la salud humana. Tokio se encuentra a 250 km de la central y Kioto a unos 700 km.

Terremotos

Los terremotos son acontecimientos bastante habituales en Japón. La mayoría de ellos no tienen consecuencias graves, pero pueden asustar fácilmente a quien los experimenta por primera vez. En caso de notar un temblor, es recomendable imitar a los nativos, que están acostumbrados a convivir con ellos y reciben instrucción sobre cómo reaccionar ante los desastres naturales durante toda su vida. Algunos consejos básicos son refugiarse debajo de una mesa o del marco de una puerta mientras dura el temblor y no usar los ascensores.

Tifones

A diferencia de los terremotos, los tifones (el nombre que reciben los huracanes en Extremo Oriente) son previsibles. Es recomendable seguir la información meteorológica, especialmente a finales de verano y en otoño, que es cuando hay más probabilidad de que lleguen al archipiélago desde el sur de Asia. Conviene no tomárselos a la ligera y seguir las recomendaciones de las autoridades.

Seguridad ciudadana

Japón es uno de los países desarrollados con un mayor nivel de seguridad ciudadana. Los atracos o robos por descuido son muy raros, pero conviene no pecar de exceso de confianza, especialmente en aglomeraciones y áreas turísticas. Los crímenes con armas de fuego son prácticamente inexistentes. La policía japonesa está desplegada en numerosos minidestacamentos llamados koban y es, en general, muy amable con los turistas.

EN JAPÓN


Moverse por Japón

Trenes

Japón cuenta con una red de ferrocarriles extensa y muy eficiente. Existen diversas compañías ferroviarias privadas, entre las que destaca el grupo JR, heredero de la antigua compañía nacional. JR ofrece a los residentes en el extranjero la posibilidad de adquirir el Japan Rail Pass en las modalidades Ordinary y Green Car (para vagones de primera clase) para 7, 14 o 21 días, que permiten usar los trenes (incluidos los Shinkansen de alta velocidad menos en la modalidad Nozomi, la más rápida), autobuses (menos los exprés, que reciben el nombre Kosoku bus o Higway bus) y ferris de la compañía. En Tokio permite usar la línea circular, Yamanote-sen, que pasa cerca de muchos de los lugares más famosos de la capital. El pase solo se compra en el país de origen y se activa en cualquier oficina de JR (entre marzo de 2017 y marzo de 2018, se habilitará un período de prueba durante el cual se podrá comprar también en determinadas estaciones dentro de Japón). www.jrailpass.com.

Autobuses interurbanos

Los autobuses son una alternativa a tener en cuenta a los trenes. Los de JR están incluidos en el Japan Rail Pass (salvo los de la categoría Express) y en general son más baratos que los trenes. Además, algunos tienen la ventaja de que viajan de noche, por lo que pueden ser una opción interesante para quien considere los hoteles una pérdida de tiempo o dinero. www.jrailpass.com.

Aviones

A las dos grandes aerolíneas, ANA y JAL, se les han sumado en los últimos años diversas compañías como Skymark Airlines y Peach Aviation, que ofrecen vuelos de bajo coste a los principales destinos del país. Además de los cuatro ya citados, algunos de los principales aeropuertos de Japón están en Sapporo, Fukuoka, Kobe y Okinawa. www.japan-guide.com.

Automóvil

El coche de alquiler solo es recomendable para aquellos que vayan a desviarse mucho y de forma frecuente de los lugares accesibles con transporte público, que son la mayoría. En caso de optar por conducir, hay que recordar que en Japón se hace por la izquierda, con coches automáticos y a una velocidad menor que en Europa, y que es obligatorio tener el permiso internacional de conducción en vigor. Si es usted miembro de un club de automovilistas, consulte antes de partir, es posible que sus prestaciones sean válidas en Japón mediante JAF (Japan Automobil Federation). www.turismo-japon.es.


Metro
METRO

Igual que el tren interurbano, el ferrocarril metropolitano es un medio de transporte eficiente en Tokio, Kioto y en el resto de ciudades grandes o medianas. Se pueden comprar pases para uno, dos o tres días (solo recomendables si se va a usar el metro con mucha frecuencia) o comprar billetes sencillos, cuyo precio varía según el trayecto (hay máquinas para ajustar la tarifa en caso de salir en una estación para la que se requiere una superior a la pagada). En una misma ciudad puede haber más de una compañía de metro, por lo que hay que asegurarse del alcance de la validez de billetes sencillos y pases para hacer transbordo. Suele haber empleados uniformados que le ayudarán, ante las dudas.

www.japanvisitor.com.



Bus urbano

En algunas ciudades de Japón el autobús es la opción más recomendable para ciertos trayectos. Es el caso de Kioto, gracias a su estructura cuadriculada y a su densidad de tráfico relativamente baja. Por lo general, se le paga al conductor según el trayecto al bajar del autobús, por lo que al subir por la puerta trasera hay que coger un papelito que indica el número de la tarifa. Además, existen pases para todo el día. www.japanvisitor.com.

Taxi

Viajar en taxi en Japón es una experiencia que merece la pena, aunque sea solo una vez y para un trayecto no muy largo. De entrada, para evitar accidentes, la única puerta que se abre y se cierra es la de la izquierda, y lo hace de forma automática accionada por el conductor, que suele llevar guantes blancos y gorra de plato. Los coches están siempre impecables tanto por fuera como por dentro. El único inconveniente para el viajero puede ser la escasa capacidad de comunicación en inglés de la mayoría de taxistas, por lo que se recomienda llevar la dirección de destino escrita o mostrar el lugar de destino en un mapa del teléfono móvil. www.japan-guide.com.

Bicicleta

La bicicleta es un medio de transporte muy común en Japón, sobre todo para desplazamientos cortos dentro de las grandes ciudades, especialmente para trasladarse desde el domicilio a la estación de tren más cercana, donde hay zonas delimitadas para su aparcamiento. En teoría, las bicicletas están obligadas a circular por la calzada, pero es muy común verlas por las aceras compartiendo el espacio con los peatones. En Tokio y en Kioto hay servicios de alquiler de bicicletas por entre 8 y 10 euros por día. Algunos alojamientos pueden ofrecer vehículos a sus clientes, gratis o a precios moderados. En diversas zonas turísticas rurales también hay circuitos habilitados para bicicletas y servicios de alquiler. Muchas carreteras japonesas son estrechas y están muy transitadas, por lo que no es nada aconsejable usar la bicicleta como sistema de transporte interurbano.

Dónde alojarse

La variedad de alojamientos en Japón es muy grande, con la ventaja de que el mínimo exigible de limpieza y seguridad está prácticamente garantizado.

Hoteles turísticos convencionales

Son fáciles de encontrar en Tokio, Kioto y el resto de grandes ciudades y destinos turísticos de Japón. No suelen clasificarse con estrellas, pero muchos de ellos son equiparables a los de cuatro o cinco. Se pueden encontrar por entre 8.000 y más de 50.000 yenes por persona y noche con desayuno.

Business hotel

Se llaman así porque son los que utilizan los japoneses cuando viajan por trabajo. Tienen la ventaja del precio y la ubicación, normalmente cerca de alguna estación importante, pero a menudo las habitaciones son muy pequeñas, a veces sin espacio ni siquiera para abrir la maleta y con baños muy funcionales con escaso confort. Su precio suele oscilar entre los 5.000 y los 10.000 yenes por persona y noche con desayuno.

Hostels

Son una de las opciones más económicas y permiten compartir experiencias con otros viajeros extranjeros. Se encuentran sobre todo en las grandes ciudades y algunos de ellos ofrecen habitaciones con tatami. Muchos de ellos están agrupados en la red internacional de albergues Hostelling International (www.hihostels.com) y ofrecen descuentos a sus miembros. Los recepcionistas suelen hablar un buen inglés. Se pueden encontrar albergues por entre 1.500 y 4.000 yenes por noche sin desayuno.

Alojamiento tradicional

El más común es el ryokan, que se caracteriza por tener habitaciones con suelo de tatami y baño tradicional, y suele incluir en el precio cena y desayuno japoneses. En estos establecimientos hay que andar descalzo o con zapatillas de suela limpia que provee el establecimiento, se come en mesas bajas y se duerme en una colchoneta futon sobre el tatami. Casi siempre cuentan con yutaka, batas de algodón, que los clientes pueden usar libremente pero no llevarse. Aunque son más habituales en zonas turísticas rurales, también se pueden encontrar en ciudades como Tokio y Kioto. Se pueden encontrar por entre unos 8.000 y 30.0000 yenes por persona y noche y suelen incluir la cena y el desayuno.

Otro tipo de alojamiento tradicional son los minshuku, pensiones más modestas y baratas que los ryokan y que a veces forman parte de domicilios particulares y solo incluyen el desayuno en el precio. Su precio puede estar entre los 5.000 y los 10.000 yenes por persona y noche, y suelen incluir el desayuno.

Una tercera opción es el alojamiento en templos budistas, especialmente en zonas de peregrinaje como el monte Koya o Shikoku. La comida suele ser la vegetariana que comen los monjes y es necesario cumplir ciertas restricciones horarias. Se pueden encontrar por entre unos 3.000 y 10.000 yenes por persona y noche, y suelen incluir el desayuno.


Hoteles cápsula
Hotel_capsula

Los hoteles cápsula solían ser el recurso de los empleados que no alcanzaban a coger el último tren de vuelta a la periferia y se quedaban a dormir en estos establecimientos, casi siempre situados cerca de las grandes estaciones. Poco a poco, sin embargo, se han ido convirtiendo en una opción más, interesante para experimentar como mínimo una vez en la vida. Las cápsulas individuales tienen suficiente espacio para evitar la claustrofobia y cuentan con aire acondicionado y televisión. Además, en las instalaciones hay salas de estar, baños colectivos, duchas y máquinas expendedoras de bebida y comida. Su precio suele oscilar entre los 3.500 y 5.000 yenes por persona y noche sin desayuno.



Alojamiento en casas de japoneses

La web Airbnb (www.airbnb.es) y otras plataformas similares de alquiler de habitaciones en domicilios particulares han experimentado últimamente un rápido crecimiento, lo que ha llevado al gobierno japonés a aprobar una regulación que permite a los municipios introducir algunas limitaciones como la obligatoriedad de un número mínimo de noches de estancia por viajero.

Comer y beber

Comida japonesa

Aunque en los últimos tiempos han aumentado en Occidente los restaurantes japoneses especializados en un tipo de comida, todavía son mayoría los que ofrecen una gran variedad de platos, desde fideos fritos (yakisoba) a sushi, pasando por pinchos de pollo (yakitori) o tempura. Sin embargo, en Japón lo habitual son los restaurantes especializados. Algunos de los más comunes son los de gyudon (bol de arroz con carne de vacuno), sushi (tradicional o en cinta transportadora), curri (arroz o fideos con diversos tipos de salsa de curri), ramen (un caldo muy consistente con fideos finos), udon (fideos gruesos en un caldo más suave), soba (fideos de trigo sarraceno en sopa caliente o fríos con salsa de soja), okonomiyaki (torta a la plancha con diversos ingredientes mezclados), yakiniku (carne asada de vacuno, ovino, cerdo y pollo) o tonkatsu (carne rebozada de cerdo). Además están los izakaya, las tabernas que sirven pequeñas raciones parecidas a nuestras tapas y donde la bebida es tan importante como la comida; y los restaurantes de kaiseki ryori, comida tradicional y sofisticada, tanto en la elaboración como en la presentación.

Mención aparte merecen los bento, cajas rectangulares de unos 20 cm de lado que incluyen una comida equilibrada y completa a base de arroz, carne, pescado y verdura. Se venden en supermercados, quioscos de las estaciones de tren y en el interior de los trenes de alta velocidad. Son una buena elección para comer dentro del tren, en la habitación del hotel o disfrutando de la naturaleza en algún parque. Se pueden complementar con onigiri, bolas de arroz amasado que incluyen encurtidos, pescado o carne, y suelen estar recubiertas de alga nori.

Comida internacional

En Japón hay una gran oferta de comida internacional, que va desde alta gastronomía de autor a la comida rápida adocenada, pasando por restaurantes para toda la familia. Es muy fácil encontrar restaurantes italianos, franceses y, cada vez más, españoles, la mayoría de ellos regentados por japoneses. También son abundantes los establecimientos de cocina china, coreana y, en menor medida, de países del sur de Asia. En cuanto a las hamburgueserías, a parte de las más conocidas en todo el mundo, hay ofertas locales de más calidad, entre las que destaca la cadena Moss Burger. Por último, los llamados family restaurant, que ofrecen una combinación de platos japoneses y occidentales a un precio muy razonable y con una gran flexibilidad horaria.


Precios orientativos para comer