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Pedro Antonio de Alarcón

Diario de un testigo
de la Guerra de África

Créditos

ISBN rústica: 978-84-96290-18-1.

ISBN ebook: 978-84-9897-037-1.

Sumario

Créditos 4

Brevísima presentación 9

La vida 9

El imperio español 9

Al excelentísimo señor don Antonio Ros de Olano 10

Tomo I. Historia de este libro 11

I 11

II 12

III 13

Licencia y hoja de servicios del autor 17

I. Embárcase en Málaga el Tercer Cuerpo del ejército de África. Hospitalidad y despedida del pueblo malagueño. Adiós a España. La noche en el mar 19

II. A la vista de África. 23

III. Al saltar en tierra 25

IV. Aspecto interior de Ceuta 27

V. El Campamento. Veo a lo lejos una acción 29

VI. El toque de diana. Un entierro. O’Donnell. La mezquita. El Serrallo. Aspecto de un ejército acampado. Los Reductos. El Boquete de Anghera 31

VII. Marcha para acampar. Formación de un campamento 40

VIII. Moros y cristianos 47

IX. Día de huelga. El Campamento por dentro 52

X. Alarma. Otra acción. Carga a la bayoneta. La vuelta al Campamento 57

XI. El Diluvio 61

XII. Vuelven los moros 64

XIII. El lado feo del asunto 66

XIV. El general Ros de Olano. Vuelven los moros. Cambia la decoración 69

XV. Vísperas solemnes 74

XVI. La Nochebuena del soldado 75

XVII. El enemigo nos felicita las Pascuas. Cadáveres moros. La noche rivaliza con el día 79

XVIII. Vacaciones de Pascua 86

XIX. Por mar y por tierra 87

XX. Acción del 30 de diciembre. Mi batallón. Un hospital de sangre. Otra mujer piadosa. Un entierro. Fin de año 96

XXI. Batalla de los Castillejos 100

XXII. Diez días en Ceuta. Nuestro ejército a lo lejos. Visita a los heridos moros. El gran temporal. Temores y zozobras 118

XXIII. En el mar 136

XXIV. Impresiones poéticas. Mirada retrospectiva. Marchas y combates a que no he asistido. El Campamento del Hambre 140

XXV. El Río Azmir. Curiosidad del poeta. Nostalgia del hombre. Otro combate. Más prisioneros. Preparativos de marcha. Conjeturas 155

XXVI. Acción y paso de Cabo Negro. Un aduar. Divisamos Tetuán 169

XXVII. Un paseo por el llano 186

XXVIII. Desembarco de la División Ríos. El Reto. ¡Los moros no tienen cañones! 190

XXIX. Bajamos a la playa. Vista general de Tetuán. Fuerte Martín. Campamento de Guad-el-Jelú 199

XXX. Historia de un hispano-africano. Soy trasladado al cuartel general. El Valle de Tetuán antes de la guerra. Costumbres moras. La Aduana. El Cementerio cristiano. ¡Los moros tienen cañones! 203

XXXI. Contemplación 216

XXXII. De cómo celebró el ejército de África los días del príncipe de Asturias. Combate solemne. Nuestra Infantería forma un cuadro. El conde d’Eu. La Caballería española y la marroquí. Gran Parada 219

XXXIII. La noche después de una acción 230

XXXIV. Juramentos y promesas de dos moros 232

XXXV. Tetuán despierta 236

XXXVI. Fortificaciones. El vapor, el ferrocarril y el telégrafo en Marruecos. Reconocimiento. Un espía. El general Zabala. El gobernador de Gibraltar. El tren de sitio 238

XXXVII. Combate de Guad-el-Jelú, o del 31 de enero 246

XXXVIII. Día de la Candelaria. Misa solemne. Reconocimiento. Conferencia de los generales, y plan de próxima batalla 267

XXXIX. La víspera de la batalla. Molendris, víctima política. Los Voluntarios Catalanes. Arenga de Prim. Despedidas 270

Tomo II 279

I. Batalla de Tetuán 279

II. Primeros parlamentarios moros. Intimación a la plaza, Tetuán capitula. Los renegados 297

III. Entrada del ejército español en Tetuán 311

IV. Dentro de Tetuán 326

V. Primer paseo por Tetuán. Cristianos, moros y judíos. El negro de mi sueño. Hospitalidad hebrea 335

VI. En que se ve por el revés la presente historia. Planes de los moros; sus ejércitos; sus proclamas y pregones; sus pérdidas. Nuestros prisioneros. Situación de Tetuán durante las últimas acciones. Muley-el-Abbas. Muley-Ahmed. Las cabilas. Con lo demás que verá el curioso lector 354

VII. Actitud del pueblo vencido y del ejército vencedor. El palacio de Erzini. La mezquita grande. El mismo día 375

VIII. Mercaderes argelinos. Moras tapadas. El Job mahometano 387

IX. Noticia del entusiasmo de España. Parlamentarios de Muley-el-Abbas. El Sábado de los judíos. Tamo 391

X. Primera misa en Tetuán. Nuestra Señora de las Victorias. La nueva primavera. Un domingo por la tarde. Mi nueva casa 399

XI. Banquete moro. Vuelven los parlamentarios. Soirée musulmana 407

XII. Expectativa. Conferencia de O’Donnell y de Muley-el-Abbas. Retrato de éste 424

XIII. Relámpagos de nuevas hostilidades. Asesinatos. Llegada de los Tercios vascongados. Bombardeo de Larache y Arzilla 436

XIV. La cabila de Busemeler. El eco de Tetuán 443

XV. La campana y el judío. El poeta Chorby. El amor de una mora 448

XVI. Llega la División Echagüe. Camino que ha traído. Temporal 458

XVII. Combate de Samsa 462

XVIII. Los moros vuelven a pedirnos la paz. Explicación del combate de ayer. Tetuán como garantía. La cuestión de Tánger. Nos disponemos a marchar sobre esta plaza 466

XIX. De cómo cambié de idea y salí para España 472

XX. Actitud de nuestra escuadra. El general Bustillo. Tánger a lo lejos. Llego a España. Relación de la batalla de Gualdrás. Bases de la paz. Conclusión 475

Apéndice I. Precedentes y primeros combates de la Guerra de África 497

I. Señor don Pedro Antonio de Alarcón 497

II 497

III 505

IV 507

V 508

VI 510

VII 513

VIII 514

IX. A los dos o tres días no era ya para nadie un secreto que nos dirigíamos a Tetuán 518

Apéndice II 521

Apéndice III 535

Libros a la carta 539

Brevísima presentación

La vida

Pedro Antonio de Alarcón (Guadix, Granada, 1833-Madrid, 1891). España.

Hizo periodismo y literatura. Su actividad antimonárquica lo llevó a participar en el grupo revolucionario granadino «la cuerda floja».

Intervino en un levantamiento liberal en Vicálvaro, en 1854, y —además de distribuir armas entre la población y ocupar el Ayuntamiento y la Capitanía general— fundó el periódico La Redención, con una actitud hostil al clero y al ejército. Tras el fracaso del levantamiento, se fue a Madrid y dirigió El Látigo, periódico de carácter satírico que se distinguió por sus ataques a la reina Isabel II.

Sus convicciones republicanas lo implicaron en un duelo que trastornó su vida, desde entonces adoptó posiciones conservadoras. Aunque no parezca muy ortodoxo, en el prólogo a una edición de 1912 Alarcón es considerado un escritor romántico.

El imperio español

El Diario es el relato heroico de las acciones bélicas de España en el Magreb. Alarcón parece una extraña mezcla de romántico y patriota colonial, fascinado por la aventura africana y por las victorias de españolas en esta guerra hoy casi olvidada. Sin embargo, cabe destacar que fue uno de los primeros en denunciar la manipulación política que hubo en torno a esta contienda.

Alarcón se alistó como voluntario al inicio de las guerras en las colonias españolas en Marruecos. Diario de un testigo de la guerra de África (1861) es la crónica de esta experiencia, una visión inusitada del Islam y el nacionalismo hispánico. Su autor recibió un balazo en un combate, y su libro fue tan popular que se vendieron cincuenta mil ejemplares en su época.

Al excelentísimo señor don Antonio Ros de Olano

Conde de la Almina, teniente general de los ejércitos nacionales, general comandante en jefe del Tercer Cuerpo del ejército de África y esclarecido poeta,

dedicó este libro

El autor