UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA



Dr. Miguel Ángel Navarro Navarro

Rector General



Dra. Carmen Enedina Rodríguez Armenta

Vicerrector Ejecutivo



Mtro. José Alfredo Peña Ramos

Secretario General



Dr. Aristarco Regalado Pinedo

Rector del Centro Universitario de los Lagos



Dra. Rebeca Vanesa García Corzo

Secretaria Académica



Mtra. Yamile F. Arrieta Rodríguez

Jefa de la Unidad Editorial






Primera edición, 2018



© Dulce Maria Espinosa de la Mora



ISBN 978-607-547-181-5 



D.R. ©
Universidad de Guadalajara



Centro Universitario de los Lagos

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Hecho en México /
Made in Mexico





A ustedes, Fernando y Patricia, mis padres.

Agradecimientos





Durante el tiempo en que este trabajo fue tomando forma, contraje deudas intelectuales, profesionales y personales. En primer lugar con la doctora Elena Lazos Chavero, quien me puso en el camino de la antropología y su diálogo con otras disciplinas; sin su apoyo y compromiso este trabajo no hubiera sido posible. Gracias a su invitación a integrarme al proyecto «Vulnerabilidad e instituciones culturales y sociales en el manejo de los recursos naturales: servicios ecosistémicos en Cuitzmala, Jalisco» recibí una beca Conacyt sin la que hubiera sido imposible realizar mi investigación. Agradezco también al Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM por el apoyo que me brindó en todo momento, tanto en el uso de las instalaciones como del transporte para la realización de las diversas estancias en campo. Asimismo, agradezco a Isabel González, secretaria del área de Estudios Rurales del instituto, quien siempre apoyó los detalles y las necedades propias de la labor de investigación. Agradezco también a los integrantes del proyecto «Desarrollo interdisciplinario de modelos y herramientas metodológicas para el estudio de los servicios ecosistémicos», en el que participaron el doctor José Sarukhán Kermez (Instituto de Ecología, UNAM); la doctora Patricia Balvanera Levy (Centro de Investigaciones en Ecosistemas, UNAM); la doctora Alicia Castillo Álvarez (Centro de Investigaciones en Ecosistemas, UNAM); la doctora Marisa Mazari Hiriart (Instituto de Ecología, UNAM); la doctora Patricia Ávila García (Centro de Investigaciones en Ecosistemas, UNAM); la doctora Helena Cotler Ávalos (Instituto de Ecología, UNAM); y al doctor Manuel Maass Moreno (Centro de Investigaciones en Ecosistemas, UNAM) por el estímulo económico como becaria Conacyt, pero también por sus atenciones, su confianza y apoyo en las distintas reuniones y trabajo de campo que aportaron elementos importantes para el mejor desarrollo del trabajo que aquí presento. Asimismo, quiero agradecer al personal de la Estación de Biología de Chamela-Cuixmala por su disposición para la realización de mi trabajo.

A lo largo de este proyecto conté con el apoyo de un equipo de estudiantes que, al igual que yo, realizaron su investigación. Su compromiso, trabajo, dedicación e ideas contribuyeron profundamente a la obtención y análisis de los datos aquí vertidos. Mi sincero agradecimiento a Georgina Vences, Gabriel Torales Ayala, Jazmín Solís, Rosa Rodríguez y Amaranta Cabrera por el empeño vertido cada día y el arduo trabajo que realizamos en campo. También a Adriana Flores y Mabel Sánchez, entre muchos otros becarios integrantes del proyecto sobre el estudio de los ecosistemas.

Realzo y muestro especial gratitud a todas aquellas personas que gracias a sus testimonios, su tiempo, sus conocimientos y su paciencia contribuyeron profundamente a la realización de este trabajo en el municipio de Purificación. Mi agradecimiento al ingeniero Javier Corona y al licenciado Cástulo Aguilar de Villa Purificación por las largas conversaciones que orientaron el trabajo. En Llano del Higo, a María Lara y su familia, quienes me acogieron en su hogar y me abrieron las puertas de la comunidad. A Cirila Ventura Martínez, Jerónima Martínez Medina, Benita Sánchez Ventura, Angélica Vázquez Llamas, Juana Meza Gómez, Gumercinda Reyes Lara, Melia Lara Ventura, Delia Ventura Ventura, Verónica Anacleto Ventura, Cristina Llamas Ventura, María de Jesús Pelayo Pelayo, Eufrasia Martínez Padilla, Juana Elena Ríos Martínez, Enedina Pelayo Urzúa, María de Jesús Lara Ventura, Socorro Ventura Gómez, Fortina Gómez Rosas, Narcisa Lara Michel, María Magdalena Espinoza Ramírez, Higinia Ventura, Agustina Ventura, Rosa Elia Lara Sánchez, Juana Mesa Gómez, Hermelinda Águila Martínez, Teodora Gómez Sánchez, María Santos Ventura, Gumersinda Reyes Lara y María del Rosario Palafox. Agradezco sinceramente su paciencia y entusiasmo durante las largas horas de preguntas que supuso responder mis constantes cuestionamientos, pero también sus risas y la manera tan valiente que tienen de vivir la vida. A Segismundo Rodríguez Reyes, Saturnino Ventura Martínez, Miguel Sánchez Ventura, Mateo Aldaco Llamas, Martín Sánchez Pelayo, Martín Reyes Hernández, Arturo Gómez Rosas, Adrián Verdín Covarrubias, Ramón Ríos Rosales, Sabina Barragán de Jocotlán, Eustolio Sánchez Godoy y Sergio Godoy de Cimientos, quienes a pesar de las jornadas de trabajo en el campo y con el ganado siempre encontraron un espacio para platicar y permitirme entender la realidad del territorio que habitan.

Mi gratitud con el Instituto de Investigaciones Antropológicas-UNAM por el sostén económico, material y teórico que me proporcionaron a lo largo de mis estudios en la institución. Finalmente, mi reconocimiento a Fernando Forni en la recta final del trabajo por la paciencia y apoyo a pesar de las largas horas que implicó redactar este libro.

Introducción





ACERCA DE LA ALIMENTACIÓN EN JOCOTLÁN

El territorio entendido en función de la gente que lo habita, lo vive, lo interviene, lo interpreta y lo simboliza conduce a pensar que cada sociedad produce un espacio propio concebido como la forma de lo conocido. La humanidad ha proyectado en esa forma su vida, sus prácticas, sus razones individuales y colectivas. Interesarse por los espacios que acogen a la humanidad es interesarse por la humanidad misma y sus necesidades, miedos, hábitos y creencias.

¿Por qué estudiar el manejo de recursos locales a través del sistema alimentario? Los territorios de las poblaciones originarias en México han experimentado cambios en su forma, en su organización e incluso en sus funciones. Esta situación se complica al considerar que el manejo de recursos locales constituye una práctica histórica de gran significado para los pobladores que es profundamente trastocada por la actividad humana global.

El objetivo de este libro es analizar la importancia del manejo de los recursos locales en la conformación de los sistemas alimentarios para las pequeñas localidades en zonas rurales con problemas de producción y acceso a alimentos y pretende aportar elementos sobre algunas perspectivas socioculturales que caracterizan esos sistemas desde el campo de la antropología.

El estudio se concentra en la localidad de Llano del Higo, dentro del territorio de la comunidad indígena de Jocotlán en la costa sur de Jalisco, en el municipio de Villa Purificación en México; una selección nada casual porque en ella se observan transformaciones significativas en la conformación de sus ranchos y parcelas familiares, donde se siembra maíz y se cría ganado, pero además se obtienen alimentos de bosques que se manejan de manera diferenciada según el género, la edad y de acuerdo a momentos históricos claramente diferenciados. Llano del Higo es una localidad que ha mostrado a través de los años una organización adecuada a sus intereses, conformándose en un ejemplo, sobre todo en el ámbito alimentario, en donde tanto mujeres como hombres, a través de diversos proyectos, han integrado una estrategia alimentaria que incluye a los distintos grupos de edad que constituyen el pueblo. Estos procesos se muestran en este trabajo para aportar datos empíricos significativos y reutilizables, de corte etnográfico, para futuras investigaciones en la región.

Se intentó conceptualizar la alimentación, el ambiente y la cultura en el primer capítulo, así como definir los conceptos de sistema alimentario, manejo de recursos y escalas de sociabilidad que sirvieron para comprender las particularidades tanto históricas como productivas y socioantropológicas de una sociedad considerada tradicional, pero inmersa en procesos de globalización.

El segundo capítulo pretende mostrar la región de estudio con datos geopolíticos y estadísticos del municipio donde habita actualmente la población de Llano del Higo. El tercer capítulo responde a quien desea comprender la historia de los diversos grupos humanos que han habitado este territorio, donde se despliega una alimentación particular que se elabora entre aquellos factores socioculturales que definen su obtención, producción, distribución y consumo.

A lo largo del cuarto capítulo, se pretende responder al interesado en comprender la historia de las comunidades originarias o indígenas de México, y a quienes quieran acercarse a la historia de Jocotlán y su conformación en el territorio que ocupa al sur del estado de Jalisco.

La caracterización del sistema alimentario para identificar los espacios de provisión, transformación y distribución de los alimentos es uno de los temas que trata el capítulo quinto. A través de los cinco apartados que componen el capítulo se habla de la dieta, su estructura básica y los elementos que caracterizan la cultura alimentaria de Llano del Higo bajo una visión de género. En este apartado se muestran los calendarios tanto en su ciclo agrícola como en el festivo, así como las temporadas de recolección de algunas frutas y otros productos de la dieta local.

A través del sexto y último capítulo se analiza el lugar de la comida en la vida cotidiana para entender quién come, cuándo y qué, y para dar a conocer algunas maneras de mesa. Se ha intentado ilustrar el proceso de globalización, al abordar el lugar de las cocinas nacionales en las cocinas del Llano y su relación con alimentos industrializados.

El acercamiento al estudio de los sistemas alimentarios es de gran importancia porque forma parte de procesos mayores como la movilidad laboral, procesos de globalización creciente, el debilitamiento de las tradiciones y de las instituciones sociales, el debilitamiento económico y el ecológico. A través de pequeñas comunidades agrarias se pueden reconocer estos procesos mayores y con ello entender cómo se imponen nuevos modos de disponer el espacio culinario, el territorio, y concebir cómo transcurre el tiempo en ellos.

Cartografía de una discusión





La poca información bibliográfica que hay sobre las poblaciones de la costa sur de Jalisco y sus municipios obliga a acercarse a una bibliografía proveniente de distintas disciplinas y enfoques. La búsqueda bibliográfica evidenció que prácticamente no existen trabajos de investigación de las poblaciones originarias de esta región, sus problemáticas en relación al manejo de recursos naturales y su importancia en la conformación del sistema alimentario local y global. Estos pocos textos y el trabajo etnográfico fueron de utilidad para entender cómo se ha conformado el territorio y cómo es utilizado para la conformación del sistema alimentario de una pequeña localidad dentro una comunidad indígena de México.



ALIMENTACIÓN-AMBIENTE-CULTURA

El interés que despiertan los estudios que relacionan la alimentación, el ambiente y la cultura son amplios y diversificados, constituyéndose como un campo de estudio cada vez más activo y vigoroso, como lo muestra la enorme cantidad de escritos sobre el tema desde distintas disciplinas y enfoques. La autoría también es heterogénea: economistas, nutriólogos, biólogos, historiadores, agrónomos y antropólogos han abordado el tema especialmente en culturas sometidas a fuertes cambios socioeconómicos. En casi todas ellas encontramos descripciones de los sistemas de conocimiento, prácticas y creencias que los diferentes grupos humanos tienen sobre su medio ambiente, así como los métodos de selección y clasificación que se encuentran en él.



SISTEMAS ALIMENTARIOS

La literatura especializada en sistemas alimentarios se centra en aquellos enfoques sociales, culturales y biológicos del sistema, asumiendo que dicho sistema hace referencia al conjunto de estructuras tecnológicas y sociales —desde la recolección hasta la cocina y pasando por todas las etapas de la producción-transformación— que permiten al alimento llegar al consumidor y ser reconocido como comestible. Desde la antropología, algunos estudiosos han argumentado que el aprovisionamiento y la transformación de la alimentación pueden ser conceptualizados en cuatro procesos principales que equivalen a fases distintas que se producen en lugares específicos: producción y recolección; distribución, que incluye reparto y almacenamiento; preparación, que equivale a cocinar; y el consumo, que equivale a comer en torno a la mesa.

El sistema alimentario se caracteriza no solo por sus ingredientes y técnicas en la preparación de alimentos, sino por las normas que gobiernan la elección, la producción, la preparación y el consumo de alimentos. Se les asocian representaciones, creencias y prácticas que constituyen y reflejan parte de la cultura. Esta concepción coincide con quienes argumentan que el sistema alimentario es una réplica de las ideas, valores, símbolos y experiencias vividas por un pueblo. Sin embargo, y a pesar de su importancia, hay que enfatizar que las dimensiones culturales de los diferentes elementos que constituyen el sistema alimentario no se han analizado suficientemente, porque se ha puesto énfasis en las implicaciones económicas globales de la cadena alimentaria. El estudio del sistema alimentario pone atención en los aspectos cotidianos y repetitivos de las sociedades que se analizan y no solamente de las mercancías alimentarias individualizadas. El sistema alimentario tiene un carácter complejo en donde las relaciones interdependientes asociadas a la producción, distribución y consumo de los alimentos se han establecido poco a poco en el tiempo y el espacio con el fin de resolver los requerimientos alimentarios de las poblaciones humanas y no humanas.



MANEJO DE LOS RECURSOS NATURALES

La literatura especializada en recursos naturales trata inevitablemente el tema del manejo. Estos estudios explican cómo es el acceso que tienen las personas a un recurso, identificando quiénes y de qué manera los usan y quiénes y cómo los administran. El manejo suele entenderse como un sinónimo de gestión territorial o gestión como administración, también de gestión comunitaria. Para algunos autores, hacer estudios sobre el manejo de recursos evidencia que los campesinos ven recursos que los agrónomos y especialistas no ven, porque se da alrededor de una ideología agrícola que sigue un esquema derivado del trabajo y de las experiencias de los campesinos que a lo largo de generaciones se han adaptado a su ambiente. Desde la perspectiva del patrimonio biocultural se aspira a identificar acciones sociales, decisiones y políticas públicas que pueden aportar datos para proteger el patrimonio biocultural de los pueblos del continente americano. En particular los recursos genéticos; los procesos de domesticación a escala de poblaciones y paisajes; los sistemas de producción agrícola, pecuaria, forestal y pesquera en los que ocurren esos procesos; la cultura y la diversidad biológica que constituyen el motor y la base material que los sustenta.



ENTRE NOSOTROS Y LOS OTROS: ESCALAS DE SOCIABILIDAD

Al ser un espacio habitado, es importante explicar las repercusiones de las actividades en el espacio geográfico, que a su vez conforman identidades para establecer un nosotros.1 El espacio doméstico fue el nivel privilegiado, donde se desarrolla la vida íntima de los pobladores. Es el espacio socioeconómico, reproductivo y productivo, la casa. La unidad doméstica de producción se percibe como el espacio donde se concentra la tierra, el ganado y el trabajo. Aquí se amarran las relaciones de parentesco, sociabilidad y producción con acceso al control de recursos. Se dispone del rancho, el coamil, el potrero, el cerco, el solar, el riego, etcétera. En tanto el espacio vecindario o pueblo es el espacio diario de convivencia, trabajo e intercambio entre vecinos en la comunidad. En la pequeña región se ponen en funcionamiento las redes de sociabilidad e intercambio económico. Las relaciones políticas en estas pequeñas regiones se dan a través de los consejos de desarrollo que integran autoridades y civiles, actores fundamentales para la toma de decisiones a nivel económico y político que se organizan a nivel regional, una porción de territorio mayor que la pequeña región que permite lograr una visión más completa del grupo en cuestión. Tiene valor no tanto por la homogeneidad, sino porque reúne e interrelaciona diferentes lugares de la región y especifica lugares de pertenencia de sus habitantes. En tanto, las escalas nacional e internacional se ven representadas por el Estado mexicano y sus decisiones a nivel política pública nacional, y en el nivel internacional se toman ejes como la organización mundial del comercio, que define procesos productivos globales.



LA METODOLOGÍA

El objetivo de esta investigación es explicar la importancia del manejo de los recursos locales en la conformación de los sistemas alimentarios para las pequeñas localidades en zonas rurales con problemas de producción y acceso a alimentos. Responder a este objetivo implicó establecer aquellas dimensiones socioculturales bajo las que se entreteje el manejo de los recursos, el sistema alimentario y las escalas de sociabilidad presentes en la localidad a partir de diversas preguntas: ¿cómo se ha construido el territorio donde habita la población de Llano del Higo? ¿Cuáles son los recursos empleados para la alimentación? ¿De dónde se obtienen? ¿En dónde se preparan? ¿Cuál es el conjunto de alimentos preparados y consumidos regularmente? ¿Cómo y con quién se consumen? ¿Cómo se conforma la dieta de las familias? ¿Cuáles son los alimentos preparados para las fiestas? ¿Cuáles son los significados y valoraciones que les atribuyen? ¿Cuál es el papel de los ecosistemas en la alimentación de las familias? ¿Existen instituciones locales que regulen el consumo de alimentos? ¿Cuáles son los problemas que observa la población local con respecto a la alimentación y los recursos naturales? ¿Cuáles son las estrategias familiares para controlar y dirigir su producción y obtención de alimentos? ¿Por qué comen lo que comen? ¿Cómo funciona el sistema alimentario local?

A través de la observación participante se pudieron explorar las cocinas y la preparación de los alimentos, así como identificar los episodios de comida y consumo de ellos. Para entender los hábitos de consumo se usó la técnica de recordatorio de consumo durante 24 horas en tres unidades domésticas. A partir de los recorridos de campo se visitaron potreros, milpas, montes y ríos del pueblo, en ocasiones con trabajadores de la Reserva de la Biósfera de Chamela-Cuixmala, UNAM.

Durante una segunda temporada de campo de 20 días en el mes de junio del 2008, en Guadalajara, se entrevistaron académicos y políticos que estuvieron relacionados con los municipios de Villa Purificación y La Huerta, los cuales integran la cuenca del río Cuitzmala, para entender la política del manejo de los recursos naturales en la parte media de la cuenca.

Para ello se hicieron entrevistas abiertas y cerradas, además de una búsqueda bibliográfica que puso en evidencia el vacío de estudios de corte social e histórico de la zona. Ya en Villa Purificación se realizaron entrevistas estructuradas en seis comunidades pertenecientes al municipio, dentro de las que se encontraba Llano del Higo, que permitieron un acercamiento con los hombres para entender la forma de producción local y la relación con su medio ambiente desde su perspectiva. Con estos cuestionarios se pudo profundizar en información relacionada con número de parcelas que posee una familia, la descripción del sistema de cultivo para entender cómo manejan sus tierras; el manejo de zonas forestales, frutales, etcétera. Este cuestionario permitió identificar la diversidad de los cultivos existentes y describirlos; identificar distintas cadenas productivas, tipos de ganado y los productos que de él se obtienen, los tipos de pastos y calidad de los suelos; registrar el uso que se hace del agua, animales de monte, de río, uso de maderables y elementos de recolección.

La tercera práctica de campo se realizó durante 20 días, entre los meses de octubre y noviembre de 2008, donde además de observación participante se aplicó un cuestionario estructurado a 20 familias de la localidad de Llano del Higo con la intención de completar referencias alimentarias con calendarios agrícolas y festivos; determinar vocabulario, utensilios, estructura básica de la dieta con sus condimentos, bebidas, vegetales, carnes, frutas, etcétera. Se identificaron formas de cocción, comidas de fiesta y en velorios, prohibiciones alimentarias y el papel tanto de hombres como de mujeres en la provisión de alimentos. Dentro de los grupos domésticos se observaron formas de provisión de los alimentos al hogar para entender quiénes son parte de dicha provisión, identificar quiénes preparan, pagan y consumen ­—función que cumple la migración— e identificar el lugar que ocupan los recursos naturales en este proceso, además de entender al alimento como signo, símbolo y objeto.

En la cuarta y última visita a campo se consolidaron los datos faltantes de la investigación haciendo las últimas entrevistas a productores para el proyecto general y a diversas mujeres, y se concluyeron las actividades de recolección de datos con tres talleres en tres localidades para concretar las percepciones sobre recursos y manejo entre los pobladores.

Durante los recorridos de campo, las técnicas de investigación y la metodología fueron consolidándose permanentemente gracias a las estancias en la región y en la localidad. Las guías de investigación, las entrevistas estructuradas y semiestructuradas, así como los recorridos en campo y la observación participante, permitieron perfilar algunas de las dimensiones socioculturales vinculadas a la conservación de facto.

Aunque se hicieron tres historias de vida formales, el trabajo de campo ayudó al conocimiento de las historias individuales y familiares en otras unidades domésticas. Se llevó el registro de información en un diario de campo en grabaciones y a través de entrevistas a 23 mujeres y a 10 hombres. Una vez obtenida la información, se realizaron las transcripciones de las entrevistas utilizando el software Digital Voice Editor y el Dragon NaturallySpeaking. La información cuantitativa se sistematizó en varias tablas de Excel, en tanto que la información cualitativa se concentró en documentos de Word también para su análisis. Se realizaron visitas a diversas bibliotecas y oficinas de gobierno en el estado de Jalisco, y entrevistas abiertas en el municipio de La Huerta a sus autoridades y población civil. Con esta información se expusieron las características de la organización del territorio, la tenencia de la tierra y algunos problemas que resultan del proceso. Gracias a las estancias en las casas de familias locales y las visitas a potreros, coamiles, montes y solares se pudo asistir a eventos sociales; como quince años, misas de luto, días de muertos, bailes, matanza de animales, lidias de toros; reuniones de comuneros pequeños, medianos y grandes, etcétera. Así se lograron algunas categorías que se utilizan a lo largo del trabajo y que, si bien pueden resultar muy generales, dieron cuenta de unidades significativas utilizadas por las mujeres y hombres durante la realización de la investigación. Para entender mejor la problemática del manejo sociocultural de los recursos alimentarios, el trabajo se centró en describir y analizar las escalas espaciales de identificación (Chávez 1998) entre jocotleños y registrar factores históricos, sociales y culturales de la región. Se presenta una caracterización de las diferentes unidades familiares y grupos domésticos con quienes se trabajó, tanto a través de los cuestionarios como en las estancias y entrevistas no estructuradas a lo largo del trabajo de campo, pero sobre todo a partir de las experiencias derivadas de la observación participante. Se describen los espacios donde se obtienen los alimentos a través de la recolección, la caza, la pesca, la agricultura y la ganadería para entender la conformación del sistema alimentario local. Se identificaron las formas de acceso y el tipo de alimentos que vienen del exterior por comercio, y se observa el papel que juegan en la alimentación de la comunidad.

Se elaboró la tipología de los alimentos para determinar las normas, creencias y prácticas que gobiernan la elección, la preparación y el consumo de alimentos; considerando las representaciones de los espacios construidos para transformar, comprar y consumir los alimentos diarios y los festivos, y a través de entender relaciones sociales y parentales.



LAS FUENTES

En mayor o menor grado, los sujetos tienen una diversa conciencia discursiva y de eso trata la variedad de las fuentes utilizadas para este trabajo. Su diversificación responde al interés por acercarse a una compresión más vasta, profunda y compleja del manejo de los recursos locales para la alimentación.

La información primaria derivó de los cuestionarios que aportaron la gran mayoría de la información que sustenta este trabajo y fueron aplicados en campo de 2008 a 2010, sobre todo información empírica de primera mano para entender las concepciones locales del manejo del ambiente y la conformación del sistema alimentario de Jocotlán.

Las notas de campo derivaron en descripciones y anotaciones a partir de pláticas en diversos contextos de la localidad y la región durante el trabajo de campo, que permitieron que se contrastara con los cuestionarios para validar conceptos e ideas recurrentes en ellos. Las entrevistas abiertas y cerradas realizadas desde 2007 hasta 2010, que fueron grabadas y transcritas para su posterior análisis, permitieron profundizar en las descripciones y la compresión del discurso de diferentes rangos de edad y género.

Las fuentes secundarias, entre las que se encuentran libros, artículos y tesis sobre la región, revelaron información histórica y arqueológica de larga duración en la región y, aunque son pocos, resultaron muy importantes para entender los procesos de poblamiento de la costa sur de Jalisco. Estos textos permitieron entender la historia antigua de la región de estudio y algunos procesos que iniciaron hace siglos y siguen presentes aún en la región (De la Torre 1977; Gerhard 1996; Regalado 2008; Sánchez 2010). La bibliografía más abundante sobre la región se ha escrito a partir de las investigaciones de la Estación de Biología de Chamela-Cuixmala del Instituto de Biología de la UNAM, que desde 1971 ha sido prolija y da cuenta de temas vinculados con consideraciones biofísicas y sus relaciones bióticas.

Otras fuentes que dieron luz sobre procesos sociales de la región para este trabajo se elaboraron a partir del año 2003 sobre percepciones y actitudes de los productores locales hacia la selva (Magaña 2003; Amante 2006), percepciones sobre servicios ecosistémicos (Martínez 2003), participación y comunicación social en los programas de ordenamiento (Pujadas 2003); y adquisición de conocimientos sobre ciclos hidrológicos entre niños, niñas y maestros (Cano 2006). Maass, Balvanera y Castillo (et al. 2005) buscaron información disponible sobre ecosistemas que se ha generado en Chamela a lo largo de veinte años e integraron los recientes estudios sociales de la zona. Para lograr una síntesis utilizaron el marco conceptual proporcionado por Millennium Assessment, que buscó el entendimiento integrado de la relación entre actividades productivas, bienestar humano y funcionamiento del ecosistema. A partir de ese año, empezaron a realizarse estudios sobre las percepciones, perspectivas, valores, actitudes, actividades y finalidades que persiguen los actores involucrados con los recursos naturales locales (Maass 1995; Magaña 2003; Castillo et al. 2005, Solórzano 2008; Sánchez 2010; Torales 2016), al tiempo se elaboraron diversas investigaciones para discutir la lógica de los servicios ecosistémicos (Saldaña 2008; Solórzano 2008; Balvanera y Maass 2010; Balvanera et al. 2011; Balvanera y Cotler 2011; Martínez Harms 2010; Russildi, 2010; Martínez Harms y Balvanera 2012; Quijas et al. 2010, 2012; Vaca 2012; Lazos et al. 2016). Estos estudios integran información nueva sobre los problemas ambientales, históricos, antropológicos, económicos y culturales, abriendo la posibilidad de relacionar el uso de la biodiversidad con las transformaciones y el deterioro ambiental en contextos sociales y culturales en territorios particulares.

También se consultaron fuentes estadísticas: las fuentes estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el Archivo General de la Nación (AGN), el Registro Agrario Nacional (RAN) y las páginas de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), el Consejo Estatal de Población de Jalisco, el H. Ayuntamiento de Villa Purificación y distintas bibliotecas de la Universidad Nacional Autónoma de México, como la del Instituto de Investigaciones Sociales y la del Instituto de Investigaciones Antropológicas; además de algunas de la Universidad de Guadalajara.





1 Clasificación utilizada por Martha Chávez Flores (1998, 67).